
El Ayuntamiento de Madrid pone su nombre a un pasaje en la zona Centro de la capital en un acto al que asistieron familiares y amigos del actor.
Ignacio Fernández Sánchez, que así es como se llamaba, recibió un nuevo homenaje el pasado viernes, coincidiendo con el décimo aniversario de su muerte. Andrea Levy, delegada de Cultura, Turismo y Deporte, y el concejal del distrito centro de la capital, José Fernández, descubrieron la placa que da el nombre del actor y cómico madrileño al pasaje que une las calles de la Beneficencia y San Mateo, en el barrio de Justicia, al lado del IES San Mateo y próximo al Mercado de Barceló y a la Biblioteca Pública Municipal Mario Vargas Llosa.
Leblanc desarrolló casi toda su carrera profesional en Madrid, primero en el teatro de la mano de Celia Gámez en 1944 y después en el cine y la televisión, con títulos inolvidables como «Manolo, guardia urbano», «Las chicas de la Cruz Roja», «El Tigre de Chamberí» o la saga de «Torrente», dirigida y protagonizada por Santiago Segura en la que fue su última participación en la pantalla grande. El director no quiso perderse el reconocimiento y aseguró que «es bonito que Madrid también le quiera a él como el artista más completo y uno de los grandes referentes de nuestro cine”.
«Este pasaje es uno más en su trayectoria, que es como el Quijote, una vida llena de pasajes”, comentó Tony Leblanc junior, tras el descubrimiento de la placa.
A lo largo de su dilatada carrera, Tony Leblanc, atesoró numerosos reconocimientos y distinciones como dos Goya (1993 y 1998), varias Medallas de Oro al Mérito en el Trabajo y en las Bellas Artes, además de la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo.
En Villaviciosa de Odón donde residía, ya se le distinguió como Hijo Adoptivo en el año 1997 y se le puso su nombre a una calle. Además, el pasado mes de mayo, se celebró el I Certamen de Teatro Aficionado ‘Tony Leblanc’ como contó este periódico.
Este 2022 se cumplen diez años desde que falleciera uno de los actores más ilustres de nuestro país, una fecha que no olvidarán los villaodonenses, que asistieron a darle el último adiós a su vecino durante 30 lapsos, en la capilla ardiente instalada el teatro Fernán Gómez.