El obispo de la Diócesis de Getafe, Ginés García Beltrán, da la bienvenida al inicio del nuevo curso.
Ginés García Beltrán pide mirar al Jubileo de 2025 que llevará el lema de ‘Peregrinos de la esperanza’ y ha sido convocado por el Papa con la bula ‘La esperanza no defrauda’. «¡Qué necesaria es la esperanza! ¡Y cómo la diócesis de Getafe quiere vivir en esperanza! Estoy seguro de que los que me estáis leyendo tenéis motivos más que sobrados para desesperar; que hay problemas, que hay dificultades, que hay un gran déficit de esperanza en nuestro mundo. Y, sin embargo, el Señor, su Iglesia, nos propone un mensaje de esperanza».
Ante esa situación del mundo recuerda que Francisco (el pasado agosto tuvo un encuentro con García Beltrán y 30 seminaristas diocesanos) señala que «aquel que espera tiene que tener paciencia. En este mundo de Internet, de las nuevas comunicaciones sociales, parece que solo existiera el aquí y el ahora. Ha desaparecido el horizonte espacio-temporal. Sin embargo, es importante tener paciencia, porque Dios siempre cumple su palabra», señala.
Mensajeros de esperanza
De cara a este nuevo curso, desea que la Diócesis lo viva con «esa mirada puesta en la esperanza que va a robustecer nuestra fe y también nuestra caridad, porque, al fin y al cabo, la esperanza tiene como fundamento la caridad y fortalece la fe».
Su intención es «mirar mucho más allá de lo que muchas veces nuestra mirada humana es capaz de mirar». Y apunta: «vamos a trabajar y vamos a pensar en algo que nos puede parecer imposible, pero os recuerdo que para Dios nada hay imposible».
Del mismo modo, pide a los cristinanos de la Diócesis llevar ese mensaje «a la gran mayoría que está fuera», «decirles que Dios está ahí, que Dios los ama, que Dios los espera».
Vida, jóvenes, familia y marginados
Sobre los jóvenes, expresa que «no hay nada más triste que un joven que mira al futuro con miedo y no con esperanza». «Cuando un joven mira al futuro con miedo, es que algo mal estamos haciendo en la sociedad», añade.
No obstante, les anima a «mirar al futuro con esperanza» y les quiere mirar a ellos: «insisto, a los que están y a los que no están, a los que vienen y a los que no le importamos».
Por otro lado, el obispo Getafe, ante un mundo lleno de violencia, pide mirar también «a la vida se derrama y que muchas veces nosotros tenemos dificultad en transmitir».
Cuando un joven mira al futuro con miedo, es que algo mal estamos haciendo en la sociedad
García Beltrán también dirige unas palabras a las familias, que «son las transmisoras de la vida», así como a los pobres «que tienen tantos rostros, rostros tan variados: desde el que está en la cárcel hasta el que ha venido buscando una vida mejor, pasando por tantos que no tienen para comer» o «no tienen vivienda» ni lo necesario «para vivir con la dignidad de todo hijo de Dios, que es una dignidad infinita».
Por otro lado, cree que el hecho de que haya más animales que niños en las ciudades, es para «pensarlo» porque «conlleva una imagen del hombre y conlleva un corazón que tiene miedo y no tiene esperanza».
Misericordia
También reconoce que en este curso será también importante mirar a «misericordia con los demás, pero también misericordia en nuestro propio corazón». Subraya que Dios ama y no hay que tener miedo de pedir perdón porque en su corazón «no vas a encontrar nunca una negativa. Tú pide perdón y a través del sacramento de la Penitencia vas a recibir el perdón de tus pecados» insiste.
Por último, entre otras cosas, anima a ser hombre y mujer de esperanza, pero «no basta esperar cosas, tenemos que tener esperanza donde Dios es el centro», e invita a participar en «esta aventura preciosa de la evangelización, que es también una llamada a la esperanza».