Así lo anunció este miércoles el consejero de Transportes, Luis Rollán, tras conocerse por una información de La Razón que la empresa estaba retirando la tuneladora que realizaba los trabajos que fueron paralizados en 2010.
La empresa concesionaria, Cemonasa, que es dependiente de OHL, ha empezado a retirar la tuneladora que lleva sin funcionar desde hace seis años, pese a que el pasado mes de mayo la Comunidad de Madrid les dio 16 meses de plazo para finalizar las obras.
Ante este hecho, Rollán afirmó que «parece ser que la compañía tiene interés de vender la misma» por la «incapacidad o falta de voluntad de proceder a restablecer y finalizar las obras», ante lo que se mostró contundente: «o termina las obras y pone en funcionamiento la concesión administrativa o nos veremos obligados a ir a los tribunales requiriéndoles los daños y perjuicios que ocasionan a los vecinos de Móstoles y Navalcarnero”.
También recordó que una de las primeras decisiones que adoptó el actual Gobierno regional fue “pretender restablecer las obras de la concesión administrativa ferroviaria” de la línea Móstoles-Navalcarnero, y que impusieron una sación de 34 millones con un primer cobro de la ejecución del aval de 18 millones, instante en el que la empresa solicitó la suspensión cautelar.
La Comunidad de Madrid ya señaló que Cemonasa había realizado un incumplimiento de contrato, algo que también achaca la empresa a la Comunidad de Madrid y subrayaron en un comunicado que la adjudicación del concurso se hizo en “previsión de grandes desarrollos inmobiliarios en Navalcarnero que se vieron imprevisiblemente paralizados por la grave crisis financiera e inmobiliaria que azotó a España”.
