Durante estos días el centro ha enviado un correo electrónico a los pacientes de su zona recordándoles esta posibilidad que está operativa de lunes a domingo.
El Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles activó el pasado mes de marzo el servicio de ‘Urgencia digital’ y ahora está recordando a los vecinos de las localidades como Villaviciosa de Odón, de su área de influencia sanitaria que pueden acceder a la atención médica telefónica para casos urgentes de Medicina General en adultos sin necesidad de desplazamiento. Está disponible de lunes a domingo de 8.00 a 22.00 horas
Para ello es necesario acceder a la pantalla de inicio de la aplicación donde está la pestaña ‘Urgencia Digital’ y seleccionar en la parte inferior ‘registrarme en Urgencias’. Un facultativo contactará con el paciente.
Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto Circuito de Urgencia Digital. El objetivo es «atender con agilidad, eficacia y satisfacción», en «los procesos más crónicos y menos emergentes» por los que los pacientes acuden a los servicios de urgencias hospitalarias, precisamente aquellos que más han aumentado en los últimos tiempos y que suponen hasta un 20 por ciento de las atenciones en esta área, según explicó el centro.
Circuito de Urgencia Digital
La puesta en marcha a finales de 2021 se originó en el contexto de la pandemia por la COVID-19, con el crecimiento de la demanda en las Urgencias, y las «numerosas bajas causadas entre el colectivo médico».
Para acceder al Circuito de Urgencia Digital, el usuario puede hacerlo por dos posibles vías: a través de llamada telefónica desde fuera del centro, o por videollamada desde el propio hospital.
En el primero de los casos, ante un problema de salud o síntoma preocupante, y sin que tenga que desplazarse al centro, el paciente puede solicitar asistencia de forma no presencial llamando a un teléfono indicado en el apartado ‘Urgencia Digital’ de su Portal del Paciente, para ser valorado telefónicamente por un médico.
Si el facultativo considera que el paciente no necesita atención presencial pero no puede solucionar su problema con un consejo médico o la prescripción de un fármaco, por lo que requiere de una consulta con un especialista o la realización de alguna prueba adicional, podrá gestionarlas para su realización, quedando el paciente dado de alta del Servicio de Urgencias, de la misma forma que en una valoración presencial, explicaron desde el hospital.
Por el contrario, si considera necesaria la atención presencial, la coordinará con sus compañeros de presencia física en el hospital, consensuando también las pruebas u opciones de tratamiento para ofrecer una atención continuada, e indicará al paciente que acuda el centro, en cuyo mostrador de Admisión ya se encontrará registrado, teniendo solo que su pulsera identificativa para continuar su valoración en un circuito alternativo que guiará su atención y recorrido en el servicio.
Videollamada
La segunda vía de entrada a este circuito es la videollamada desde el propio servicio hospitalario, en aquellos casos en los que el paciente se ha desplazado al centro por una serie de motivos de consulta asociados a patologías o situaciones más crónicas y de menor necesidad de atención urgente y que, tras ser valorado en triaje por parte de Enfermería, ha sido clasificado con la escala Manchester como 4 ó 5 (niveles de situación menos emergentes en este sistema homologado de categorización de riesgo clínico y priorización de pacientes).
Esta atención virtual puede derivar en la solución del problema que llevó al paciente al centro y su alta del servicio, con seguimiento ambulatorio en consultas externas o, de ser necesarias, la realización de pruebas complementarias, que serán llevadas a cabo en el hospital y valoradas por un médico.
Si el facultativo valora que precisa una atención presencial, esta se realizará en las Urgencias del centro por algún médico que se encuentre físicamente en el servicio, de nuevo de forma coordinada entre ambos equipos.
Resultados
Desde el centro hospitalario han recalcado que la ‘Urgencia Digital’ «permite optimizar procesos y recursos, ya que un solo médico puede atender a pacientes de distintos centros a la vez, mientras que, para los facultativos, este sistema supone un atractivo profesional y mejora su satisfacción, al facilitar la conciliación familiar, el teletrabajo o la adaptación a situaciones profesionales o personales como las derivadas de confinamientos por contagios por Covid-19 o dificultades de desplazamiento, entre otras».
Para los pacientes, creen que «podemos atenderlos con mayor agilidad y con la misma eficacia que si lo hiciéramos presencialmente, evitando en los muchos casos en los que no es necesario, su desplazamiento al hospital».
Hasta el pasado mes de octubre se atendieron a través de este circuito a más de 11.000 pacientes «con un nivel de satisfacción ato o muy alto -medido por una herramienta informática que lo mide; es, según el hospital «superior en muchos casos al registrado en las atenciones presenciales.