[sam_ad id=»84″ codes=»true»]
El monologuista, presentador y actor malagueño, Dani Rovira, está viviendo un momento espléndido. Se ha colado en los hogares españoles interpretando a Juan, el becario en prácticas de la serie de Telecinco ‘B&B’, que se emite todos los miércoles a las 22.30 horas. Además, la gran pantalla le ha dado la bienvenida con la película ‘Ocho apellidos vascos’ de Emilio Martínez Lázaro, que sólo el primer fin de semana en salas alcanzó los 400.000 espectadores.
Villaviciosadigital ha hablado con Dani Rovira para conocer cómo está saboreando estos momentos. “Lo estoy viviendo con mucha alegría y al principio con mucha incredulidad porque nadie se esperaba que esto fuera a suceder. La película la hicimos con muchísimo cariño. Desde el principio creíamos, y seguimos creyendo, que es una buena película de comedia y nos conformábamos con que la gente fuera a verla y que les gustara pero… ¿esto? No damos crédito, está haciendo unos números que con el tiempo lo mismo esto se convierte en una película que haga historia y marque un antes y un después.”, explica Dani.
Una época en la que el cine y, la cultura en general, no atraviesa el mejor momento. “No nos queda otra que agradecer, y no sólo a nivel de público, sino a nivel de hacer una película, el dinero y el esfuerzo que cuesta y el riesgo que corren los directores y los productores. Sólo podemos dar las gracias, primero a toda la gente que ha apostado por esta película y que ha decidido invertir y creer en ella, y luego, a toda esa gente que va al cine a verla porque esta película no es más barata que otra”.
“Se han acumulado una serie de circunstancias muy bonitas que hace que la gente vaya al cine porque está escrita por quien está escrita, está dirigida por quien está dirigida, porque Telecinco Cinema ha hecho un trabajo muy bueno de promoción, por el reparto, la historia, la temática… Todo eso unido, ha hecho que la gente seleccione. Si encima esto conlleva a que los espectadores piensen que también el cine español es de calidad pues estamos matando 17 pájaros de un tiro”, señala contento.
«Algo difícil fue llevar la ropa que lleva Rafa, que para eso hay que estar muy concienciado, lleno de gomina y esos pantalones tan horrorosos”, bromea.
Dani Rovira interpreta a Rafa, el sevillano que se enamora de una vasca y le toca convertirse en Antxón. Para ser su primer papel admite que, por encima de todo, ha disfrutado muchísimo. “Me lo he pasado muy bien y no me ha resultado un trabajo excesivamente complicado porque me he limitado a disfrutar. Las condiciones eran todas óptimas y me venía todo muy de cara. Al acento vasco sí que tuve que echarle bastantes horas para que resultara un poquito más creíble y no fuera cansino y luego llevar la ropa que lleva Rafa, que para eso hay que estar muy concienciado, lleno de gomina y esos pantalones tan horrorosos”, bromea. Pero hacer de Rafa con esos compadres (Alberto López y Alfonso Sánchez) “ha sido una experiencia maravillosa”, destaca.
Del primero al último
De sus primeros pinitos en el cine hay una cosa clara que destaca. “Me quedo con la gran cantidad de gente que hay detrás de una cámara porque al final el mérito se reconoce a los actores y al director pero hay muchísima gente trabajando para hacer una película. Técnicos de sonido, foquistas, cámaras, auxiliares, producción… el hecho de estar rodando en un caserío a las cuatro de la mañana durante toda la noche y ser consciente de que a dos kilómetros en una carretera casi deshabitada hay una persona con un palito de luz y un peto parando a los coches para que no interrumpan el rodaje. Del primero hasta el último son piezas de un engranaje perfecto y si no está el de producción que en la pausa busca un sitio donde poder comer y descansar… ¡es todo tan importante!”, asegura.
“Cuando entiendes eso, la responsabilidad es mayor porque tu eres el que remata todo aquello. Hay gente de localizaciones que nosotros no hemos conocido porque ellos iban por delante nuestra, nosotros llegábamos a un sitio, rodábamos y veíamos que estaba todo perfecto, pero eso es porque ha habido un equipo que ha estado cuatro o cinco días adaptando la localización para que esté perfecta para rodar. Es muy bonito el montón de puestos de trabajo que da una película”.
Llegar a la gran pantalla entraba en sus planes “¡de soñador!”, ríe. “En mis planes siempre ha entrado lo que tenía en el presente, tampoco me he quejado laboralmente porque he estado con mis monólogos, con mis espectáculos, pudiendo hacer radio y televisión. Yo he sido muy feliz pero las fuerzas del universo han querido que hiciera esta película y yo me he dejado llevar”.
Cuando habla de sus compañeros Clara Lago, Karra Elejalde o Carmen Machi se le llena la boca de halagos. “Esto de verdad que no es un tópico pero trabajar con ellos es una de las cosas más chulas que me ha pasado en la vida. Yo creo que artísticamente no voy a decir nada que la gente no sepa de Clara, de Karra y de Carmen porque son tres bestias de la cámara pero me quedo con las personas que durante todo el rodaje me han ayudado, me han enseñado, me han tratado de tu a tu, me han respetado, me han admirado. La química y la energía ha sido tan bonita y tan de verdad que yo creo que eso se transmite a la cámara. La gente que está viendo la peli siente que hay mucho amor entre todos. Yo creo mucho en las energías y son gente que yo me los llevaba para casa”, dice cariñoso. “Nos hemos echado mucho de menos cuando ha terminado el rodaje”.
«Emilio es una persona cándida, pacífica, entrañable, tranquila, mesurada, con un sentido del humor y un carácter ideal y eso lo ha transmitido»
Para Emilio Martínez Lázaro también tiene lo suyo. “Otra maravilla. Yo no sé lo que es trabajar con otro director porque es la primera vez, pero todo el mundo me ha dicho ‘no sabes la suerte que has tenido de estrenarte con Emilio’. A parte de que sabe de cine como nadie y entiende la comedia como nadie, Emilio es una persona cándida, pacífica, entrañable, tranquila, mesurada, con un sentido del humor y un carácter ideal y eso lo ha transmitido. Desde los primeros días dijo esta frase ‘aquí no hemos venido a sufrir’ y yo creo que ha sido la frase que ha resumido todo el rodaje. Cada cosita o pequeño percance que había decíamos ‘mira, que aquí no hemos venido a sufrir’. Es una persona maravillosa, un disfrutón. Me lo ha puesto muy fácil, me ha ayudado muchísimo y era muy consciente de que era mi primera peli. Me ha dado todas las facilidades. Hay muchas maneras de corregir y él lo ha hecho de una manera tan amorosa que ¡joe!, maravilloso”, señala.
Hacer reír es algo que a Dani no le cuesta mucho trabajo porque lleva doce años subiéndose a un escenario con ese objetivo. “Para hacer reír hay que ser feliz, ese sería el truco. Soy una persona feliz y creo que si no lo fuera me costaría muchísimo trabajo transmitirlo. ¿Cómo vas a hacer feliz a una persona si estás negro por dentro?”. Además, hacer llorar al público no lo descarta. “Soy una persona muy emocional y no me cuesta trabajo ponerme en el pellejo de otra emoción, a ver si en el futuro puedo hacerlo”, indica.
Como becario de la serie ‘B&B’, también ha despertado la ternura del espectador. En este trabajo, convive con Fran Perea (que interpreta a Mario), con el que más tiempo pasa. “Nuestros personajes en casi todas las tramas están juntos, nos han obligado a ser amigos”, bromea. “Hemos hecho una relación muy bonita que también ayuda mucho a la hora de hacer los personajes de Mario y Juan. Fran es un perro viejo, a lo mejor hacemos una toma en la que los dos estamos mirando un folio y al final hay que hacer un inserto de cámara con ese folio. Muchas veces me la cuela y me dice ‘Dani coge el folio’, y luego cuando hay que hacer el inserto él ya se puede ir a fumar un cigarro porque, como he cogido yo el folio, hay que hacerlo con mi mano. ¡Que perro viejo!”, ríe. “Eso ya lo he aprendido para hacérselo a otros”, dice divertido.
En las carnes del becario
Le ha tocado vivir en sus carnes ser becario en una redacción. “El becario gana poco, da miedo saber lo que cobra, y es el último mono, pero también tiene esa ilusión que muchos de nosotros hemos perdido por muchas cosas. El becario tiene una motivación brutal para poder ser contratado. A mi me han hecho entrevistas becarios mil veces mejores que algunas de periodistas que están ya consagrados”, señala.
Ahora en televisión y cine, pero siempre con el corazón en el escenario. “Tengo clarísimo que el escenario no lo voy a dejar nunca. Primero, porque lo necesito, para mi es como una droga. Rodando la película fui muy feliz pero me tiré como 70 días sin actuar y cuando me subí al escenario parecía un león que acaban de soltar en mitad de un circo romano. En segundo lugar, es porque también tengo que ser consciente de que ahora hay proyectos de tele y de cine pero el escenario nunca hay que dejarlo porque yo soy el que decido y puedo controlar lo que hago en mis espectáculos. El calorcito del público es una cosa que cuando la experimentas y te sale bien no quieres dejarlo”.
Nervios, ninguno. Las tablas son su segunda casa. “Es lo que llevo haciendo toda mi vida y es una de las cosas que mejor se hacer. Me pongo nervioso cuando voy al dentista, cuando tengo una cita, una entrevista de tu a tu, una sesión de fotos… pero al salir al escenario cuando el teatro está lleno, todo lo contrario, es una emoción muy guay, tengo la tensión necesaria para no quedarme dormido”.
Nos despedimos de él hablando de su rincón favorito, aquel donde encuentra la tranquilidad y la felicidad. “Mi rincón favorito son personas, ir a casa de mis padres y hacer una reunión familiar es para mi lo mejor. Pero siempre hay sitios muy chulos, como un chiringuito que está en el barrio de El Palo (Málaga), donde me encanta ir y comer pescaito al ladito del mar. También me gustan muchos los montes de Málaga, la zona del Colmenar; se come que no veas con vinito dulce. Soy muy de montaña y esa parte me recuerda a mi infancia”, se despide.
El próximo viernes día 28 a las 20.00 horas, el cine de estreno del Coliseo de la Cultura de Villaviciosa de Odón, proyecta la película ‘Ocho apellidos vascos’. Villaviciosadigital sortea entre las personas que nos sigan en Facebook o en Twitter, y que compartan la entrevista, dos entradas para disfrutar de esta película y, a continuación, una cena para dos personas en el restaurante La Soci de Longo en dicho municipio. ¡Participa!
Texto: Natalia Pulido. @npulidojimenez
¡Compartido y twitteado! ¡Gran sorteo! Muchas gracias y un saludo ????
Andrea
A ti Andrea por seguirnos y compartirlo. Suerte!!