Manuel Martínez (medallista olímpico): “Estamos teniendo un relevo generacional que va a dar que hablar”

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Manuel Martínez

Manuel Martínez, 38 años, el mejor lanzador español de peso de la historia, ahora es el responsable de lanzamientos de la Real Federación Española de Atletismo, o como él mismo se define “el padre de los lanzadores”. Visitó a los jóvenes atletas de Cronos Villa, y habló con Villaviciosadigial sobre este deporte, los Juegos Olímpicos y el futuro.

Empezó en el atletismo con 11 años y en la modalidad de peso, con su entrenador de toda la vida, Carlos Burón, con 14, centrándose en esta suerte a partir de los 18. “A mí el lanzamiento de peso me eligió, no yo a él, me gustaban más otras pruebas pero el lanzamiento de peso era la que mejor se me daba”, señaló. Así, hasta convertirse en campeón de Europa en 2002, del Mundo en 2003 y bronce en las Olimpiadas de Atenas en 2004, su mayor logro.

Como responsable de lanzamiento de la Federación apuntó que hay “chavales que pueden tener un recorrido internacional potente pero estamos en una situación de crisis generalizada en la que prácticamente no tenemos ningún recurso económico y hemos vuelto al amateurismo. El nivel del atletismo español es el que hay. Siempre se pueden hacer las cosas mejor, pero también se pueden hacer mucho peor. Ahora mismo estamos en un cambio generacional, la generación que salió de los Juegos Olímpicos de Barcelona estamos retirados o retirándonos, pero el relevo está ahí”, destacó.

Mientras Manuel firmó autógrafos a los pequeños en recortes de papel, dibujos y camisetas, destacó alguno de los atletas que están marcando buenos registros.

“El récord de España de 200 metros que lo hicieron hace unas semanas, en lanzamiento estamos teniendo marcas personales y gente que se acerca a récords nacionales en muchas categorías. En jabalina, por ejemplo, un Javi Bugallo (juvenil) ha hecho un récord de España estratosférico, 76 metros. Borja Vivas ha hecho 20,60. Tenemos a Nora Vincent y Mercedes Chilla en 59 metros, las dos en disco”, analizó el mejor lanzador español.

Bronce en Atenas 2004, ocho años después

Durante su carrera como lanzador de peso consiguió 5 medallas en pista cubierta, mientras que al aire libre fue bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, una medalla que consiguió ocho años después de que se realizara la prueba y tras el positivo por dopaje del ucraniano Yuri Bilonog, que se había proclamado campeón de peso. Esa Olimpiada es la más “emotiva” para Manuel. “Para empezar fue uno de mis mayores fracasos deportivos porque llegué con forma suficiente para haber sido campeón y al final quedé cuarto. Porque fue en el estadio de la antigua Olimpia, siendo la única prueba de los Juegos que se celebró allí. Y porque además, ocho años después, tras un positivo, me han dado finalmente una medalla de bronce, que es la única que tengo al aire libre, la medalla que me faltaba”, explicó.

«Fue con mucha diferencia la competición más bonita que he hecho en toda mi vida»

“Fue con mucha diferencia la competición más bonita que he hecho en toda mi vida. El antiguo estadio olímpico es un camino de tierra en medio de un monte, con dos laderas a los laterales de hierba. Cuando entramos allí los españoles que íbamos a participar en la prueba, se nos pusieron a los cuatro los pelos de punta y ninguno supimos por qué”, comentó Manuel.

“Entramos dentro, no sabíamos que era el estadio, porque nos fuimos por un monte y aparecimos allí. Pero todos con los pelos de punta, ahí ya entra el lado místico. Tiene algo muy especial ese estadio, haber competido ahí en unos JJ.OO. se lo contaré yo a mis hijos, encima con medalla y encima con medalla con historia”, contó el atleta a los jóvenes de Cronos Villa.

Manuel Martínez demostró como se lanzaTambién narró anécdotas de sus comienzos. Contó que en su primer campeonato de España, en categoría infantil, se celebró en Castellón, hasta donde se desplazó en autobús desde León, su ciudad natal. “Me acuerdo que fui sentado al lado de una chica que era de León y estuvimos como 11 horas uno al lado del otro sin decir ni una sola palabra”, recordó entre risas.

Relató que de pequeño le gustaba mucho hacer salto de altura, jabalina o el baloncesto. “En tres ocasiones en mi vida tuve que correr fondos, la primera me retiré al kilómetro, el segundo a los 500 metros y al siguiente le dije a mi entrenador `si me vas a poner a correr no vengo más´. Pero tenéis que tener en cuenta que cuando tenía 13 años pesaba 108 kilos”, rememoró Manuel.

Además, recordó que un mes en el año 2001, recorrió los cinco continentes. “Empecé en Edmonton (Canadá),  luego fui a Pekín (China), bajé a Bismarck (Australia), de allí fui a Túnez (África) y me volví a España. Luego las personas que conoces en el atletismo, suelen tener unos valores, gente sana, con motivación por la vida. Aprendes muchas cosas, te puede servir como una dedicación de futuro, yo ahora mismo podría ser un buen preparador físico de cualquier deporte”, apuntó.

“Para lanzar la bola lejos hay tres pilares: Fuerza, velocidad y técnica»

Ante la curiosidad de los asistentes explicó el por qué de la forma física de los lanzadores de peso, indicó que “más que un objetivo es una necesidad», porque  uno «lo que quiere es lanzar lejos, estar grande o no, te da más o menos igual, por lo menos a mí. Para lanzar la bola lejos hay tres pilares: fuerza, velocidad y técnica. Si falla alguno de los tres no se lanza lejos, se necesitan las tres cosas. Todo esto es biomecánica y física”, señaló.

Una de las futuras atletas preguntó si era difícil hacer peso. “Es sencillísimo, es muy muy fácil, es una de las habilidades motrices básicas, lanzar”, respondió el mejor lanzador español de esta modalidad, quien recalcó que lo difícil es lanzar lejos. «Ahí ya hablamos de fuerza, velocidad, técnica. Es igual que correr, es sencillísimo, todo el mundo sabe correr, el problema es correr muy rápido. Con los lanzamientos es lo mismo».

El atleta insistió en que la preparación de un lanzador para que empiece a tener nivel de competición oscila entre cuatro, cinco o seis años, «depende de la calidad”, argumentó.

“La única forma de ganar es ganar sin hacer trampas»

El lanzador, que ganó el Campeonato del Mundo y de Europa por pocos centímetros y que también perdió varias medallas por escasa distancia, describió que cuando estás en una competición importante “los sentimientos están un poco perdidos, es una especie de sensación de sueño. Estás tan concentrado que estás pendiente sólo de hacerlo bien en la competición, no ves cómo vas en la clasificación. Si luego por un centímetro te quedas fuera, la frustración es grande, pero no eres muy consciente», subrayó.

Uno de los más pequeños preguntó cómo se consigue tanta fuerza. “Entrenando, no hay otro camino”, le indicó el atleta. “La única manera para conseguir cualquier cosa que os propongáis, lo que sea, es la repetición. Repetir, repetir y repetir, lo que queráis hacer lo vais a conseguir repitiendo”, apuntó.

Además, reconoció que entrenó demasiado. “Llegué a entrenar siete horas diarias, pero siempre que entrene siete horas al día me sobre entrené. Entrené más de la cuenta y en vez de mejorar empeoré. Una de las cosas a las que tienes que estar atento cuando estas entrenando es ver dónde esta ese límite. Cuando estás demasiado cansado hay que parar y descansar. Es tan importante el entrenamiento como el descanso«, avisó.

«Unos Juegos Olímpicos es como un pueblo en el que todo el mundo se conoce»

Manuel describió a Villaviciosadigital cómo son unos JJ.OO desde dentro. “Imagina un pueblo de 20.000 habitantes en el que todo el mundo más o menos se conoce, se saluda, una relación realmente de pueblo, pero en el que los habitantes de ese pueblo son los mejores deportistas del planeta. Eso es una Villa Olímpica y eso son unos Juegos”, recordó.

Comentó que Shaquille O’neal le llamó la atención en los Juegos de Atlanta. “Es gigantesco”, y apuntó que “la Villa Olímpica da para muchas anécdotas. La predisposición que tienen los deportistas allí es muy cercana, muy familiar, es otro mundo. Luego lo echas de menos”.

Finalmente, en cuanto al dopaje Martínez mantiene que “estamos por el buen camino. El mensaje está claro. La única forma de ganar es ganar sin hacer trampas, porque si ganas haciendo trampas te estás engañando a ti mismo. Poco a poco el que se dopa y hace trampas tiene cada vez peor prensa”. Y así se lo dijo a los asistentes: «si ganas haciendo trampas no has ganado. Te estás mintiendo a ti mismo y has perdido tú contigo mismo, que es lo peor, fallarte a ti mismo”, concluyó.

 

Texto y fotos: Juan Lucas.

 

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