El Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón ha conmemorado el 20º aniversario de los atentados yihadistas del 11 de marzo del año 2004.
Villaviciosadigital ha recabado testimonios de familiares de una víctima.
La plaza de la Constitución ha acogido este lunes a las 12 horas el acto en recuerdo a las víctimas de los atentados del 11-M, tal y como contó el pasado viernes este periódico. El alcalde, Juan Pedro Izquierdo, junto a algunos concejales del equipo de Gobierno y de la Corporación Municipal; Javier Romera, el párroco villaodonense; miembros Guardia Civil y Policía Local; y algunos trabajadores del Centro de Salud y vecinos, han rendido un emotivo minuto silencio respetado por todos los presentes.
El regidor ha pronunciado un sentido discurso apoyado por todos los partidos políticos con representación municipal y por la Federación de Municipios de Madrid que asegura que su voluntad y la de todos es la de «trabajar en la paz y en la justicia en nuestros pueblos y ciudades». También se comprometen todas las instituciones presentes en «garantizar la memoria de las víctimas del 11-M se mantenga intacta» y les «inspire en construir una sociedad mejor, más justa, más pacífica y libre para las generaciones futuras».
Testimonios
Por mucho que pasen las semanas, meses o incluso años, la huella de dolor que dejó en el corazón los familiares de quienes sufrieron las tristes consecuencias de aquellas explosiones en los trenes de Atocha y del conjunto de la sociedad española, nunca se irá.
Esto se refleja en el testimonio que han contado a este periódico dos hermanas que han acudido al acto: Pepi y Rosi, vecina de Villaviciosa de Odón que han preferido no decir sus apellidos. Su sobrino fue uno de los supervivientes de aquel 11 de marzo de 2004 gracias a la Cruz Roja. «Esto significó mucho dolor. Desde por la mañana que estábamos escuchando todo lo que pasaba y no sabíamos dónde estaba nuestro sobrino. En Atocha le cogió una de las explosiones y le desplazó, ha quedado muy tocado y con bastantes secuelas. Gracias a que la Cruz Roja vio que no estaba muerto y pudieron llevarlo al Hospital Gómez Ulla dónde se pudo recuperar, pero gracias a que el teléfono estaba conectado pudieron encontrarlo y salvarle la vida.»
Esto significó mucho dolor
Por su parte, la concejala de Participación Ciudadana, Sanidad y Consumo, Comercio e Industria y Turismo, Isabel Donate, ha recordado cómo vivió aquel 11 de marzo. «Estos actos nunca se deben dejar de realizar porque el dolor nunca de olvida». «Recuerdo que estaba trabajando en Alcalá de Henares, había gente que estaba relacionada, por familiares o seres queridos. Además yo estuve yendo muchos años a trabajar en tren desde allí y yo tenía una niña pequeña y el escuchar a padres que habían dejado a sus hijos en las guarderías y nunca volvieron a por ellos, de alguna manera u otra, me sentí identificada y fue muy doloroso, y aquí sigue nuestro recuerdo a pesar de hayan pasado ya 20 años».
El tiempo pasa y el dolor no. Para muchos, uno de los días más tristes de la historia de España y de Europa. Hoy hace 20 años, muchas familias vieron como sus vidas dieron un brusco y cruel cambio de guión. Hoy, dos décadas después, lo siguen recordando como el primero, aunque pasen muchos días y homenajes, nada va a poder llenar el eterno vació que causó aquellas malditas explosiones de muerte.
