La localidad, en la que se detectó hace un año la presencia de mosquito tigre, no ha sido incluida por la Comunidad de Madrid en una iniciativa en pruebas que ha comenzado en algunos municipios de la región.
La Comunidad de Madrid ha instalado 120 cajas refugio para murciélagos, una técnica reconocida como medida complementaria en el control de plagas de insectos, según contó Villaviciosadigital en esta noticia del 25 de noviembre. De ellas, 40 en Rivas Vaciamadrid y Velilla de San Antonio, considerados como los más afectados, y otras 20 en Aranjuez y Perales de Tajuña, no han concretado el lugar de las 60 restantes.
¿Y en Villaviciosa de Odón? Según han explicado a este periódico fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, de momento no se va a poner en marcha porque van a comprobar cómo funciona en las primeras localidades elegidas.
En la villaodonense se detectó hace algo más de un año la presencia de mosquito tigre, según anunció el Ayuntamiento, desde donde el pasado verano se insistió a los vecinos para que tomasen medidas para evitar la propagación.
Precisamente, a mediados de agosto el Consistorio tuvo que cerrar la fuente lineal de la avenida de la Concordia al detectar su presencia; inició entonces un refuerzo del tratamiento de cloro y la reabrió unos días después.
10 años en España
El mosquito tigre está presente en zonas de España desde hace 10 años, en regiones como Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia o Islas Baleares, además de en la Comunidad de Madrid y ha ido avanzando en su territorio.
Desde el proyecto científico colaborativo Mosquito Alert, coordinado por cuatro centros de investigación públicos, indicaron a Boadilladigital que está considerado un problema de salud pública, no sólo por la irritación que causa sus picaduras, sino por su capacidad de transmitir numerosas enfermedades, ya que es capaz de infectarse con hasta 22 virus diferentes; entre ellas, dengue, Zika, chikungunya y fiebre amarilla. No obstante, la probabilidad es pequeña en la Comunidad de Madrid, por no ser habituales en la región.
El mosquito tigre es negro y pequeño, de entre seis y nueve milímetros de longitud. Se le puede reconocer por tener una sola línea blanca de color blanco en la parte posterior de la cabeza y el tórax, esa característica es la principal. Sus patas son negras con manchas blancas que le confieren un aspecto de cebra.
Tiene capacidad de transmitir numerosas enfermedades, aunque la probabilidad es pequeña en la Comunidad de Madrid.
Es diurno, con gran actividad a primera hora de la mañana y, sobre todo, por la tarde hasta la caída del sol y pican las hembras.
Entra en las casas, pero está muy ligado a los espacios exteriores, donde encuentra vegetación entre la cual esconderse para descansar. Su hábitat ideal son los rincones húmedos y sombreados. En ellos, además de encontrar un refugio, suele encontrar lugares artificiales donde criar y las hembras lo hacen en todo tipo de recipientes naturales o artificiales que retengan un poco de agua (platos de las macetas, jarrones, cubos, o canalones de lluvia).
La época de actividad comienza a finales de abril y puede alargarse hasta principios de noviembre.