«Carta abierta a un escritor en entredicho, Luisgé Martín»

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Luisgé Martín
Luisgé Martín. (Foto: Asociación Colegial de Escritores de España).

Estimado Luisgé, no tengo el gusto de conocerte personalmente. En cuanto a tu profesión, he leído solo un libro de tu extensa bibliografía, aquel que escribiste en el año 2020 titulado ‘Cien noches’.

Debo de serte sincero: la novela no despertó en mí nada de especial interés. Es más, el argumento, la trama y los personajes se han escurrido por las aberturas de mi memoria, lo cual no quiere decir que la obra sea mala; es más bien una opinión subjetiva de un humilde lector que a lo mejor pudiera estar equivocado. No obstante, ganaste el premio Herralde de novela ese año.

Tu nombre ha salido a la palestra, y de qué forma, estos días, y te escribo estas humildes líneas para darte todo mi apoyo y solidaridad en lo concerniente al retraso indefinido en la publicación de tu obra, ya consabida por todos: ‘El odio’. Estas medidas cautelares adoptadas por magistrados y ahora incluso por la propia editorial de no publicar tu obra vienen a vulnerar un derecho recogido en la Constitución en su artículo 20, como es la producción y creación literaria. Y es aquí donde entramos en un terreno puntiagudo y peligroso. La censura es un mecanismo que encoge a las democracias consolidadas y da aliento a esas facciones que rumian tiempos pretéritos dictatoriales.

La censura es un mecanismo que encoge a las democracias consolidadas y da aliento a esas facciones que rumian tiempos pretéritos dictatoriales

Llegados a esta parte de la misiva, debo preguntarte por qué, Luisgé. ¿Qué ha podido pasar por tu cabeza para querer escribir este libro? Da la sensación, desde una perspectiva alejada, de que intentaras buscar el rédito literario, como si tu carrera de escritor se viera estancada y necesitaras de estas acciones para volver a estar en el candelero. Buscar a través de la mente de un asesino que mató y quemó a sus hijos, no lo olvidemos, por hacer un daño irreparable a una madre.

He escuchado tus entrevistas, donde mencionas a escritores que en su día escribieron novelas como la tuya. Truman Capote entrevistó a más de 200 personas antes de escribir ‘A sangre fría’ y Emmanuel Carrère se intercambió correo con el asesino para redactar ‘El adversario’. Pero, sinceramente, ese argumento se me queda estéril, porque, en este caso, es latente la alevosía de José Bretón dando chance a tu relato para prolongar un poco más de daño a una mujer que intenta sobreponerse a un acto tan atroz. Una mujer que dejaste de lado y ni siquiera hablaste con ella porque, según tus palabras, te hubiera distraído de tu cometido.

Esto me hace pensar que la omisión de esta escritura a esa mujer está premeditada, pues sería muy posible la paralización del libro nada más terminar de contárselo; de esta forma te asegurabas escribirlo entero.

Me hace pensar que la omisión de esta escritura a esa mujer está premeditada

Son suposiciones mías y puede que sean descabelladas, pero hasta aquí es donde llega mi mente al procesar todos estos movimientos. No seré yo quien deje de comprar libros de Anagrama o que no me vaya a leer nunca tu novela si sale a la luz, pero debes de aceptar la realidad: intentar introducirse en la mente de un asesino sin escrúpulos, llegando a crear un vínculo casi afectivo con él, contribuye a generar una repulsa colectiva que puede perseguirte de por vida.

El daño ya está hecho y la jugada maestra para vender más novelas, las dos anteriores referidas, curiosamente ambas de Anagrama, se han vuelto a agotar en librerías, está puesta en práctica.

Sin más, se despide de ti un humilde lector. Solo me quedaría decirte: ¡Así no, Luisgé!

 

Juan Díaz (Instagram: @juandiazrevilla)

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