Las rutinas de cuidado de la piel arrasan en las redes sociales, especialmente entre los adolescentes.
La dermatóloga Paloma Cornejo recalca su importancia para prevenir enfermedades y recomienda seguir una sencilla para todos los días.
Un consumo excesivo de estos tutoriales en Internet puede repercutir en la percepción de la autoimagen de los más jóvenes, señala la psicóloga de Villaviciosa de Odón Samanta Fernández-Canillas Ron.
Las rutinas de cuidado de la piel, también conocidas como skincare, son una tendencia de belleza que arrasa en la red. Cientos de mujeres cuentan mirando a cámara qué productos utilizan y en qué orden para tener un rostro sano y sin imperfecciones.
Este interés se ha extendido en los últimos años, especialmente desde la pandemia. Según un estudio de The Business of Fashion y McKinsey & Company, si antes la industria de la belleza se centraba en mejorar la imagen y la estética personal, en la actualidad los consumidores prefieren buscar un bienestar físico y mental.
A su vez, existe un cambio en el ideal de belleza. La psicóloga de Villaviciosa de Odón Samanta Fernández-Canillas Ron explica que, gracias a movimientos como el feminismo, “hay un esfuerzo creciente por representar otras realidades en cuanto a tipos de piel, cuerpos y edades”. Sin embargo, existe una paradoja. “Se valora la naturalidad, pero sigue ligada a estándares elevados, como una piel impecable o un cuerpo tonificado. Esta transición hacia un ideal asociado al bienestar y al autocuidado plantea nuevos desafíos y muchas veces perpetúa presiones sutiles, pero igual de exigentes”, añade.
El buen cuidado de la piel
Las rutinas de skincare pueden ser muy distintas según la edad de la persona, el tipo de piel y si son de mañana o de noche. Según la doctora Paloma Cornejo, dermatóloga del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de la AEDV y Más que Derma, el objetivo de estas pautas debe ser siempre, en el caso de las sanas, la prevención. Y, en el de enfermedades (como acné, rosácea, dermatitis seborreica o melasma), acompañar a los tratamientos médicos y prevenir las recaídas.
Aconseja ser “minimalista” y dedicarle el menor tiempo que se necesite. Sobre todo en niños y jóvenes, se trata de tener un hábito y unos objetivos fáciles de cumplir diariamente. “Cuando hay indicios de acné u otros problemas, hay que tratarlo, y eso debe hacerlo un dermatólogo». Añade que “lo que hay en las redes son rutinas largas, con productos no siempre indicados para ellos y que crean una piel saturada de hidratantes, con ingredientes que no necesitan. Al final incurren en gastos que superan el coste de la consulta de un dermatólogo”.
El tiempo a dedicarle a una rutina cosmética debe ser el mínimo posible para que sea practicable.
Cómo realizarla
Para la doctora Cornejo, una rutina básica se basa en los siguientes pasos por la mañana.
- Limpieza.
- Aplicar los productos con principios activos indicados para cada persona. Antioxidantes en el caso de adultos o sérums adecuados en caso de acné o manchas.
- Hidratación según el tipo de piel. “No todas necesitan hidratarse, hay que elegir la crema en función del contenido de agua y de grasa de cada producto”, explica.
- Fotoprotector. Se trata del paso más importante en cuanto a prevención y aconseja buscar los productos en un formato cómodo para utilizar diariamente.
Y estos por la noche.
- Limpieza con un jabón facial. Si hay maquillaje, se limpiará primero con el producto desmaquillante y terminará retirándose con el jabón.
- Los principios activos adecuados para cada caso (retinoides, despigmentantes en casos de melasma, antiacneicos en casos de acné, etc.). Si fuera necesario, también se hidrata por la noche.
Tendencias de skincare y generación Z
Los tutoriales de skincare llegan a la generación Z a través de redes sociales como TikTok. Según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya, la mitad de los adolescentes pasa más de una hora en esta red social, y la belleza es el tercer tema más consumido entre las chicas.
Las tendencias en esa red incluyen el Get Ready With Me, un tipo de vídeo en el que una persona, sobre todo chicas, se prepara y maquilla para salir mientras le habla a cámara. O el skincare coreano, una rutina larga con productos de este país. Al buscar cualquiera de estas, enseguida entre las sugerencias aparecen consejos para niñas entre 10 y 13 años.
Según Samanta Fernández-Canillas Ron, el interés de los adolescentes por estos tutoriales puede explicarse por diversos factores. “En esta etapa, buscan modelos a seguir para construir su identidad, y los influencers suelen representar ideales aspiracionales que resuenan con su necesidad de aceptación y pertenencia. Además, la presión mediática y social fomenta la idea de que una piel perfecta es sinónimo de éxito y bienestar. Este contenido, atractivo y accesible, normaliza prácticas que antes eran propias de la adultez, despertando curiosidad y facilitando la exploración de su imagen personal”.
Muchos de estos vídeos están altamente editados, aunque tengan un formato que parece amateur.
Explica que tiene efectos positivos, como aprender autocuidado, hábitos saludables o dedicarse tiempo y cultivar la relación consigo mismos. Pero, a su vez, tiene un impacto negativo “significativo y preocupante”. Un consumo excesivo de estos vídeos puede generar una “focalización por lograr una piel perfecta” y trastornos vinculados a la autoimagen o, en casos severos, de dismorfia corporal. También comparaciones sociales frente a los estándares. “Muchos de estos vídeos están altamente editados, aunque tengan un formato que parece amateur”, comenta.
Para la psicóloga también existe el riesgo de la cosificación de la imagen femenina y de seguir consejos de personas no expertas “que incitan a seguir trucos de belleza nada recomendables”. Considera que en las redes también existen cuentas de profesionales dermatólogos o farmacéuticos, pero que no cuentan con la misma visibilidad.
Uso responsable
Las expertas consultadas por Villaviciosadigital remarcan la importancia de consultar siempre con dermatólogos y profesionales para evitar mitos y utilizar los cosméticos más adecuados.
La psicóloga cree que para introducir a los niños el cuidado personal, se debe priorizar la salud sobre la apariencia. Y que es “esencial desarrollar el pensamiento crítico” y cuestionar los mensajes que se reciben. “Crear un entorno donde el cuidado se asocie al bienestar y no a la perfección estética es una herramienta poderosa para proteger su salud emocional y física, y construir una autoestima sólida y resiliente”.