José Luis Moreno, por su intervención de paisano ante la DANA en el Álamo; Miguel Berlanga, por el impulso ante situaciones radiológicas, biológicas y químicas; y Carlos Espín, promotor de la exposición ‘Bomberos: mirando al pasado y construyendo el futuro’.
El Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid reconoció ayer en el Instituto de Formación Integral en Seguridad y Emergencias (IFISE) a algunos de sus 1.580 integrantes distribuidos en los 21 parques. Tres de ellos, del 32, con sede en Villaviciosa de Odón, recibieron una mención por sus «actos excepcionales»: José Luis Moreno, Miguel Berlanga y Carlos Espín.
El primero de ellos es vecino de El Álamo. El 4 de septiembre de este año se produjo una DANA en la Comunidad de Madrid, con especial incidencia en la zona suroeste, en localidades como Villamanta, Navalcarnero, Aldea del Fresno o el Álamo. José Luis Moreno «hizo terrenal algo que está al alcance de muy pocos», según afirmó uno de sus compañeros del parque, Carlos López, durante el acto. «Actuó por y para los otros, poniendo su vida en extremo riesgo». Y es que no estaba de guardia y viendo a su pueblo sufrir, salió a la calle a colaborar en lo que podía. La situación se complicó y una familia se encontraba en riesgo de ahogamiento al otro lado del río; el bombero, con un arnés y una cuerda, cruzó la corriente que tenía más de 30 metros de ancho y dos de profundidad. También ayudó a algunos de sus compañeros de dotación llegados al lugar, atrapados en un tractor cuando intentaban intervenir para asistir a esas personas.
Tras solventar esa escena, acudió a otros puntos para ayudar a sacar a otros vecinos que estaban atrapados dentro de los coches con el agua en aumento. También orientó a personas y a sus propios compañeros, para situarse a salvo, ya que conocía la zona inundada. «Lo que tú haces, no es de este planeta», finalizó López la presentación.
José Luis Moreno, que lleva más de 20 años en la profesión, afirmó: «un bombero no sólo lo es cuando está de guardia, también cuando está fuera de servicio y por eso siempre, estamos dispuestos a prestar nuestra ayuda». A ello añadió que «parte de la dotación del parque 32 se la jugaron literalmente para rescatar a personas que necesitaban nuestra ayuda, atrapadas por la riada». No obstante, aprovechó para denunciar que «lo lamentable, lo triste y terrible es que lo hicieron sin tener una equipación adecuada para esas intervenciones; no tenían los equipos de protección adecuados» y según dijo, le consta, «estaban guardados en el almacén». Esto es «un gran error que no se puede permitir», apeló «a quien corresponda», porque «no se puede jugar con la vida de los bomberos de esta manera».
Por su parte, Miguel Berlanga, trabajó durante ocho años en el CERN (laboratorio europeo de física de partículas en Ginebra), en el que se formó sobre riesgos radiológicos. A su vuelta al Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, de forma altruista y en su tiempo libre, decidió crear un grupo de trabajo con otros compañeros especialistas en esta temática y en 2018 mejorar el procedimiento de actuación y adquisición de nuevos equipos de detección radiológica, así como en la formación. La pandemia de la COVID-19 paralizó esta labor que ha retomado y «previsiblemente» para enero de 2024 se implante un nuevo modelo ante esa tipología de situaciones.
Por último, Carlos Espín, más conocido como ‘Zipi’ es quien lleva los perfiles del parque 32 en redes sociales. Es coleccionista de artículos de bomberos de todo el mundo, incluidos trajes, herramientas, cascos, insignias, etc. Con su labor ha impulsado la exposición ‘Bomberos: mirando al pasado y construyendo el futuro’, que se inauguró el pasado mes de mayo en Villaviciosa de Odón y que abre sus puertas de nuevo este sábado.
ARC
