Fueron detenidas un total de 11 personas que habrían causado un perjuicio económico de más de 300.000 euros en tan solo dos meses.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a 11 personas en Madrid pertenecientes a una organización criminal dedicada a la compra de vehículos de alta gama con documentos falsificados. Los investigadores podrían estar operando en nuestro país desde el año 2020 con unos beneficios superiores a los dos millones de euros.
La investigación se inició tras la denuncia de una financiera en la que se indicaba la compra de cinco vehículos en Asturias con documentación falsificada. Las indagaciones de los agentes permitieron detectar que los autores realizaban la financiación de la compra manera telemática, sin que en ningún momento las empresas propietarias de los turismos mantuvieran contacto directo con los compradores. El único instante en el que se veían las caras era a través de un vídeo que grababan los propios detenidos junto con la documentación previamente falsificada.
Una vez que los arrestados recibían los coches se iniciaban los impagos, algo que ocasionó un perjuicio económico de más de 300.000 euros en apenas dos meses. Más tarde, cuando disponían del vehículo, vendían a particulares los turismos.
adquirían cualquier artículo que se pudiera financiar, como televisores y videoconsolas
Los agentes identificaron y localizaron a los integrantes de la organización, los cuales llevaban un alto nivel de vida, ya que invertían gran parte de los beneficios en reformas y equipamientos de lujo.
En los dos registros llevados a cabo en la Comunidad de Madrid fueron intervenidos cuatro vehículos de alta gama, dispositivos electrónicos para la falsificación de documentos, documentación de las víctimas y 16.000 euros en efectivo. Durante el registro del domicilio del líder de la organización, los agentes descubrieron una habitación oculta que era utilizada para la falsificación de todos los documentos utilizados en las compras de los turismos.
Más de 500 afectados
Hasta el momento se ha comprobado la existencia de más de 500 víctimas de esta organización criminal, a las que les habrían usurpado la identidad modificando sus documentos para solicitar los créditos. Estas no eran conscientes del fraude hasta que se enteraban de que debían grandes cantidades de dinero a bancos y financieras.
Por otra parte, además de utilizar estos documentos para la compra de vehículos, adquirían cualquier artículo que se pudiera financiar, como televisores y videoconsolas. A día de hoy la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones en el futuro.