Así lo decidió el viernes el Consejo de Administración del Consorcio Regional de Transportes (CRTM), tras la medida puesta en marcha el 4 de noviembre de 2023.
La prohibición de acceder con patinetes y monociclos eléctricos a la red de transporte público de la región se mantiene hasta al menos 2027. El objetivo es garantizar la seguridad de los usuarios, según explicaron el viernes. Esta restricción afecta a las instalaciones y trenes de Metro, autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), interurbanos y urbanos de otros municipios, Metros Ligeros, Tranvía de Parla y los intercambiadores de Plaza de Castilla, Moncloa, Príncipe Pío, Plaza Elíptica y Avenida de América.
“La ampliación de la misma, viene motivada por el tipo de baterías de iones de litio que utilizan y que son más susceptibles de provocar un incidente en red pública que otros elementos como bicicletas o sillas de ruedas eléctricas”, argumentó el consejero de Transportes, Jorge Rodrigo.
Dentro de tres años volverán a revisar esta decisión, ya que en 2027 todos los vehículos de movilidad personal (MVP) estarán obligados a disponer de una certificación de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El incumplimiento de la prohibición implica la inmediata expulsión y el pago de multas de entre 100 y 200 euros.
Esta medida entró en vigor con carácter transitorio el 4 de noviembre, tras explotar la batería de uno de estos dispositivos en el interior de un tren del Metro de Madrid en la estación de La Elipa, sin causar daños personales.
En Cercanías se prohibieron desde el 12 de diciembre, aunque el Consejo de Administración de Renfe lo decidió el 27 de noviembre. La medida afecta a todos los trenes de Renfe Viajeros, tanto de Cercanías y Regionales como de Alta Velocidad y Larga Distancia (AVE, Avlo, Alvia, Avant, Euromed e Intercity).
