Los refugiados remueven el corazón de los alumnos del IES. Calatalifa, luz para cambiar el mundo

0

La solidaridad de la juventud se ha hecho patente este jueves en este instituto de Villaviciosa de Odón, que ha acogido un desayuno solidario impulsado por los propios estudiantes con el objetivo de recaudar fondos para el campo de refugiados Pykpa, situado en la isla de Lesbos.

Alumnos de 1º y 2º de Bachillerato han dado ejemplo de que con pequeños gestos se puede cambiar este mundo tan oscuro en el que vivimos. Un sencillo pero luminoso desayuno solidario en el que han vendido tartas, chocolate, galletas y bollos a sus compañeros para donar el dinero a los refugiados, puede servir para poner luz en la vida de algunas personas que lo están pasando muy mal a muchos kilómetros de distancia.

El evento, que se ha vivido en un ambiente festivo en el último día antes de las vacaciones de Navidad, nació de sus corazones, sobrecogidos ante la dramática situación de miles de seres humanos que llegan a Europa huyendo de la guerra. Una charla impartida en el Calatalifa por la voluntaria de Médicos del Mundo, Eva Compés, abrió los ojos a los estudiantes e incendió de solidaridad sus corazones, tal y como han contado a Villaviciosadigital.es María Martínez, Maika Hidalgo, Eva Villanueva, o la propia hija de la cooperante, Maya Castañeda.

“Lo único que habíamos escuchado es lo que sale en las noticias y contadas como ellos quieren. Pero Eva nos hizo comprender a todo el instituto que esas personas son personas como cualquiera de nosotros, que se han visto en medio de una guerra y que su mundo se ha desmoronado. Entre lagrimones comprendimos todo lo que pasaba, más allá de lo que nos muestra la televisión”, ha afirmado Martínez, que reconoce que les “tocó el corazón”.

Las jóvenes han hablado con una claridad sorprendente, con razonamientos contundentes que, desgraciadamente, no ven muchos de los dirigentes mundiales, grandes empresas armamentísticas, o mentalidades cerradas de personas que miran con total recelo a todo el que lleve el estigma de ser refugiado. Maya Castañeda apunta a que “la situación que vivimos aquí es muy cómoda. Es muy fácil decir que no cuando no nos afecta a nosotros”. Y todas se preguntan por qué si unos adolescentes se han dado cuenta de lo que está ocurriendo, “no sucede así con gente más experimentada y mayor que tiene poder para cambiarlo”.

Si quisiéramos de verdad, podríamos acogerlos porque no tocaríamos a tanta gente por municipio

Por su parte, Maika reconoce que gracias a la charla que les dio Compés muchos de ellos se han aproximado a la realidad de los refugiados y confía en que su desayuno solidario sea una pequeña gota que ayude a otros a quitarse prejuicios sobre el tema. Desgraciadamente, eso no es sencillo y los atentados terroristas como el sucedido en Berlín este lunes, hacen que haya quienes que miren con miedo la llegada de esas personas y quieran ponerles barreras, algo que estas adolescentes no entienden. “Tendemos mucho a las falacias de la generalidad diciendo que todos son de una manera o de otra. A lo mejor en los refugiados hay de 1.000 personas un yihadista, y qué pasa si en este instituto somos 25 clases con 30 alumnos nos dicen que uno de mayor va a ser un asesino en serie, qué pasa, ¿que a todos nosotros nos tendrían que encerrar por esa precaución?”, señala Martínez con rotundidad.

Eva Villanueva, Maya Castañeda, María Martínez y Maika Hidalgo.

La joven denuncia que “no están teniendo ninguna empatía con ellos, porque si los que les quieren poner barreras se vieran en esa situación, harían lo mismo que hacen ellos. Si quisiéramos de verdad, podríamos acogerlos porque no tocaríamos a tanta gente por municipio. Mientras, Eva Villanueva cree que «quienes rechazan la llegada de refugiados es por fobia pura y dura, porque yihadistas pueda haber en cualquier lado”.

Mensajes

Otro de los pequeños gestos que han realizado los estudiantes es el de fotografiarse con mensajes de apoyo que enviarán a Grecia, algo que, para Villanueva, “les ayudará”, porque considera que si saben «que gente de fuera les está apoyando y que no se olvidan de ellos, será muy importante en su difícil situación”.

En el evento ha echado una mano la propia Eva Compés, quien se ha mostrado enormemente satisfecha por esta muestra de solidaridad de los estudiantes. “Estoy muy contenta, sobre todo porque la iniciativa ha sido de los chicos. El Ampa sólo ha estado ahí para ayudarles un poco con la logística, pero han ayudado familias que han traído sus bizcochos o bedeles del instituto”.

La voluntaria sólo ha tenido un pero, en este caso para la dirección del colegio Laura García Noblejas. “Les pedimos que nos prestasen el uso de la cocina para hacer el chocolate en un lugar amplio porque aquí sólo está la cafetería del instituto y no tenían dónde. El cocinero estaba encantado de hacerlo, pero la dirección no quiso echarnos una mano y a los chicos les ha sabido muy mal porque muchos son antiguos alumnos y pensaron en su colegio como un apoyo importante y no lo han recibido”.

«quienes rechazan la llegada de refugiados es por fobia pura y dura, porque yihadistas pueda haber en cualquier lado”

A pesar de ese lamento, lo que más valora Compés es la inquietud de estos adolescentes. “Ha sido una sorpresa muy grande que chicos con estas edades de 16 y 17 años, que parece que están en la parra, tengan este interés”. Además, confía en que iniciativas como esta sigan en el centro. “Me gustaría que se instaurase como una tradición para esta causa de los refugiados o para cualquier otra. Lo importante es ser solidario, estar en el mundo y saber que somos unos privilegiados y que tenemos que echar una mano en lo que podamos”.

Mientras, desde la dirección del Calatalifa se han mostrado igualmente contentos por esta iniciativa. Su director, Juan José González, ha recalcado que “es digna de alabar y destacar”, ensalzando que “encuentren en ese tipo de valores la salida a sus inquietudes sociales”. Por parte del centro apuntan a favorecerlas e impulsarlas y ha recordado que siempre que pueden ayudan a causas sociales como campamentos, mercadillos solidarios, la operación ‘Kilo’, o apoyo al pueblo saharaui.

Sin duda, en esa labor institucional del Calatalifa late, tal y como ha quedado demostrado con este desayuno solidario, el corazón de sus alumnos que demuestran que rompen con los tópicos sobre la juventud y que con un poco de luz que cada persona ponga, cada uno según sus posibilidades, se puede vencer la oscuridad y cambiar el mundo.

 

Texto y fotos: IRC (@IsraelRCanora)

 

RECIBE NUESTRAS NOTICIAS DE FORMA SEMANAL

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, escribe tu comentario
Por favor, escribe tu nombre aquí