Los mejores fuegos artificiales de la Comunidad de Madrid, y unos de los más destacados de España, volvieron a sorprender a miles de personas que acudieron a la Ronda de los Caballos de Villaviciosa de Odón.
La empresa valenciana Ricasa resaltó en esta ocasión la potencia acústica, sin descuidar el colorido de sus creaciones pirotécnicas.
Imágenes y vídeo (Pirofan.com) al final de la información.
Sin palabras. Así se quedaron los asistentes a «la pólvora» de Villaviciosa de Odón, que tuvo lugar el pasado sábado, tras contemplar la belleza y contundencia de este espectáculo. Los fuegos artificiales fueron un imán y cerca de 300.000 personas se acercaron a este municipio madrileño que quedó prácticamente colapsado.
Las horas previas al comienzo del espectáculo fueron una señal del flujo de gente que llegó al municipio villaodonense para disfrutar de una de las maravillas pirotécnicas en España. Calles, plazas y bares se abarrotaron de villaodonenes, madrileños, boadillenses, mostoleños, brunetenses, alcorconeros, o roceños, entre otros, que acudieron a Villaviciosa de Odón para contemplar «la pólvora». Muchos repetían, otros eran novatos, como Víctor y Ana, vecinos de Las Rozas, quienes se acercaron con curiosidad ante las noticias que calificaban estos fuegos como los mejores de la región. Villaviciosadigital compartió con ellos su primera visita a este espectáculo.
Ana es una enamorada de los fuegos artificiales, a los que ha acudido desde niña, cuando sus padres la llevaban a las fiestas del barrio madrileño de Ciudad de los Ángeles. Víctor, menos apasionado, se mostró temeroso ante la posibilidad de que cayeran restos y le quemaran, como le sucedió de pequeño. Tras disfrutar de la hostelería villaodonense, ambos caminaron con paso firme pero lento entre la procesión de gente que acudía hacia la Ronda de los Caballos. Sorprendidos por semejante flujo de personas, llegaron al cerro, vecino del instituto Laura García Noblejas. Ahí les cambió la cara al contemplar los primeros compases de la sinfonía pirotécnica y la multitud que se distinguía con la claridad de los disparos.
A partir de ahí, sólo disfrutaron de los atronadores cohetes, las ruedas de doble subida, las composiciones de crisantemos, y demás creaciones que fueron creciendo durante los 25 minutos de duración, hasta la traca final que rompió el cielo villaodonense. Sin poder pronunciar palabra, boquiabiertos, Víctor y Ana, mostraron en sus rostros la alegría por haber conocido la famosa «pólvora» y se quedaron con ganas de más, constatando que es el mejor espectáculo pirotécnico que han visto jamás. Repetirán.
Texto e imágenes: Israel Revilla Canora @IsraelRCanora
Por supuesto que a los niños y niñas les encantan, pero también es cierto que si el presupuesto se redujera en el 50% y la duración otro tanto, ellos seguirían disfrutándolo igual.
Y no será que se pretende vivir de las rentas de los años en que hasta los vecinos de Móstoles desde sus casas los seguían hasta la traca. Pero hace ya años que el seguimiento dejó de ser lo que era y para valorar cuales son los mejores o casi los mejores, tendríamos que ir de pueblo en pueblo comparando y no tenemos el ánimo para eso. Qué empeño por deslumbrar al prójimo, seamos más respetuosos con los que lo pasan mal.