Hoy he soñado con ella. Con su alegría y con su amor incondicional. Con su hocico húmedo dándome besos. Con su piel blanca y sus lunares negros. Con su luz. Con su mirada… Ya no volverá a ser así, porque ya no está con nosotros.
No éramos conscientes de que su vida iba a ser más corta que la nuestra y, en cambio, tenía todo lo imprescindible para ser feliz y sanar nuestra propia vida.
Nadie nos dijo que pudiéramos querer tanto a Gamma, ni que ella nos diera tanto a cambio. Tanto amor que alejara nuestras incertidumbres, tanta compañía que eliminara la soledad. Tanta alegría que disipara las penas, tantos besos que nos llenaran de ternura. Tanto calor que nos quitara el frío. Y tantas y tantas otras cosas más, que sólo quien tiene (o ha tenido) un peludito sabe de lo que hablo.
Rutinas diarias sin cumplir, espacios vacíos como su cama y nuestros corazones que tienen una herida abierta.
Se ha ido y ha dejado un hueco que aún es difícil de llenar, aunque siempre estará con nosotros. Caricias sin piel donde dejarlas. Rutinas diarias sin cumplir, espacios vacíos como su cama y nuestros corazones que tienen una herida abierta.
Poco se habla de este duelo, poco se habla de la pérdida de una perrita (de un peludo), que deja un dolor tan grande que es comparable a la pérdida de un ser querido. En realidad, es nuestro ser querido, no exagero. No todas las personas van a entender este sentimiento. Con la pérdida de un ser humano, empatizan. En cambio, cuando les hablas de la ausencia de tu querido amigo de cuatro patas no lo ven igual, aunque nuestra tristeza sea más sincera que la que puedas sentir con un ser humano.
Gamma es un ser de luz y, como tal, iluminará nuestro camino; nos quedará la satisfacción de haber disfrutado de su compañía todos estos años, se curarán la heridas de su ausencia y nuestros recuerdos con ella serán lo más parecido a volver a vivirlos, con placer. Vino para enseñarnos lo que es un amor incondicional, su amor perruno incondicional, y lo consiguió.
Gamma es un ser de luz…su recuerdo perdurará en nuestras vidas hasta que volvamos a encontrarnos.
Su marcha hacia el aro iris nos deja huecos y nostalgia, pero su recuerdo perdurará en nuestras vidas hasta que volvamos a encontrarnos.
Te querremos todos los días de nuestra existencia.
Gracias, Gamma, por haber sido la mejor y más buena perrita y haber llenado nuestros corazones de amor.
¡Hasta siempre, Gamma!
El pasado diciembre tuvimos una pérdida importante en nuestra familia: nuestra perrita cruzó el arco iris. Sirva este arti-relato como homenaje hacia ella. Es la primera vez que escribo sobre Gamma, mi amor perruno, pero intuyo que no va a ser la última, ya que, como su mamá y como escritora en ciernes, tengo la necesidad de dar a conocer lo que he podido llegar a sentir por mi perrita (hablo de ella en primera persona, pero ha sido el sentir general en mi familia); escribir sobre ella será una forma de que siga presente. Este sentimiento es tan profundo y real que duele más allá de lo pensado y, a veces, sientes tabú para poder expresarlo libremente, por eso, este homenaje hacia Gamma, sirva para hacer visible el amor que podemos llegar a sentir por nuestros peluditos y no tengamos ningún pudor en expresarlo.
Yolanda R. Herranz @MyolRh
Muy bonito relato Yolanda, yo también entiendo tu pesar. Un abrazo grande y que sigan tus no-relatos llenando este hueco perruno
Gracias, Susana!!
🙂
Lo siento Yolanda, alguna vez nos hemos encontrado con tu hija y tu perrita en los paseos por el Monreal . Escribiendo lo que sientes será más fácil llevar su ausencia.
Gracias, Milagros.
Son procesos para los que no estamos preparados, pero con recuerdos positivos todo se supera!