Se incoaron 9.674 diligencias preliminares, según datos de la Fiscalía, que destaca el número de delitos contra la libertad sexual e invita hacer una «profunda reflexión».
En la Memoria de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid destacan el apartado de menores y redes sociales, en el que las cifras reflejan un incremento de la actividad delictiva en 2023, especialmente en el último trimestre del año.
La tipología que más aumentó son las ‘Agresiones sexuales’, al pasar de 157 en 2022 a 452, lo que supone un incremento del 187,90 por ciento; en segundo lugar se sitún los denominadas como ‘Otros’, de 3.423, a 5.030 (+46,95 %); ‘Daños’, de 336 a 413 (+22,92%); ‘Violencia doméstica’, de 677 a 764 (12,85%); ‘Conducción sin permiso0, de 177 a 190 (+7,34%). Subió también la ‘Violencia de género’, de 113 a 118 (+4,42%) y las ‘Lesiones’, de 2.598 a 2.709 (3,12%).
La Fiscalía recalca que el número de delitos de homicidio y asesinato registrados ha disminuido un 20 % respecto del año 2022, «no deja de ser una cifra alarmante», pues han sido 27 asuntos, casi un 17,5 % más que en 2021.
También disminuyeron los ‘Abusos sexuales’, que pasaron de 268 a 143 (-46,64%); la ‘Conducción etílica/drogas’, de 19 a 15 (-21,05%); y la ‘Conducción temeraria’, de siete casos a seis (-14,29%).
Asimismo, han descatado la implicación de menores relacionados con bandas juveniles, siendo frecuente el uso de armas, lo que incrementa la peligrosidad de las acciones y el riesgo de que se produzcan resultados más gravosos. Así, han acrecido los registros por delito de riña tumultuaria, siendo 46, lo que supone un 21 % más que en 2022. Se han mantenido en cifras muy similares a las ya elevadas del año anterior los registros por delitos de pertenencia a organización criminal (46, frente a 44), de tenencia ilícita de armas (99 frente a 104) y de lesiones con uso de armas o instrumentos peligrosos (368 frente a 375).
Libertad e indemnidad sexual
La Fiscalía pone el acento en que se han incrementado los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales; han registrado un total de 595 asuntos de agresión y abuso sexual, frente a los 425 del año anterior (esto es, un 40 % más). En muchas de tales conductas, un total de 68, se vieron implicados menores de una edad inferior a los 14 años, inimputables penalmente
«La carencia de una formación adecuada en materia ético-sexual y el acceso a Internet, muchas veces sin control alguno o siendo los que existen insuficientes —pudiendo disponer de contenidos poco adecuados para su grado de madurez, como lo puede ser el material pornográfico—, ha supuesto que los menores, a edades cada vez más tempranas, trivialicen su concepto de las relaciones sexuales, y las mantengan sin estar debidamente preparados, de forma muy precoz, lo que los llevan a encontrase en situaciones que, en la mayoría de ocasiones, no saben gestionar», indican desde el ministerio público.
No obstante, continúa siendo la franja de los 16 a los 18 años de edad donde se produce el mayor número de menores registrados, un total de 6.926 y en la que también se detecta más reiteración delictiva, pues, de ellos, 4.065 contaban con previos.
llevar a cabo una labor educativa integral, y especialmente reforzada en el ámbito familiar y social
La Fiscalía cree que estos datos relacionados con menores son «un fiel reflejo de la banalización por parte de ellos y jóvenes de la violencia y de la sexualidad, y desde muy temprana edad». En su opinión, «estos comportamientos ponen de relieve las posibles carencias de nuestros jóvenes en el ámbito familiar, educativo y social, que han de llevarnos a una profunda reflexión sobre nuestro modelo social que, muy seguramente, ha de ser revisado con urgencia en pro de dotarles de los instrumentos precisos para su correcto desarrollo».
Como soluciones, apuestan por «llevar a cabo una labor educativa integral, y especialmente reforzada en el ámbito familiar y social» y dotarles «de los mecanismos necesarios para poder gestionar adecuadamente sus relaciones y su desarrollo sexual, máxime en el mundo digital en que vivimos», algo en lo que especialistas como el psicólogo Javier Urra considera necesario, especialmente en las redes sociales, tal y como contó en este artículo en Villaviciosadigital.
Finalmente, ven urgente «tomar conciencia de que una intervención temprana y multidisciplinar puede evitar que los jóvenes naturalicen la violencia, de cualquier tipo que sea, y que la conviertan en su modus vivendi».
ARC
