Lucía es usuaria de teleasistencia de Cruz Roja en Navalcarnero, su ciudad natal. Cuando le propusimos contar su experiencia con el llamado ‘botón rojo’ aceptó encantada, con la única condición de que no apareciese su nombre real ni su imagen. Y así lo hemos hecho.
Estudió filología inglesa, ha vivido en Londres e Irlanda, y fue profesora de instituto. Hace tres años decidió optar por el servicio de teleasistencia de Cruz Roja después de que se lo recomendaran todos sus amigos.
¿Por qué estudió filología?
Mi vocación es la enseñanza. Mis padres querían que fuera farmacéutica y yo les dije que no es lo mismo estar detrás de un mostrador vendiendo que estar en contacto con la gente. He publicado cuatro o cinco libros de enseñanza en colaboración con otros compañeros. (Se le iluminan los ojos). He sido verdaderamente feliz dando clases.
¿Vive sola?
Vivo sola, pero tengo muchos amigos y familia.
¿Por qué decidió adquirir el servicio de teleasistencia de Cruz Roja?
Todo el mundo me lo recomendó; me dijeron que como vivo sola podría tener algún percance en casa.
¿Ha tenido que usar el botón rojo en algún momento?
Sólo en una ocasión. Me escurrí de la cama y no me podía levantar; no me caí (ríe) sólo me escurrí. No sé por qué, no podía levantarme, yo creo que es cosa de la cabeza porque me muevo y hago gimnasia. Cuando estaba en el suelo, pulsé el botón, vinieron dos chiquitas y me atendieron maravillosamente.
¿Le ofrece tranquilidad?
Sí, me llaman de vez en cuanto y me hacen preguntas como ‘¿ha cambiado de medicación?, ¿he hecho esto?, ¿está contenta?’ Sí, estoy muy contenta. En caso de necesidad, no tienes que llamar ni interrumpir a ningún amigo o familiar, porque hay alguien ahí cuando presionas el botón rojo. Antes llamaba y venía mi sobrina. Ella es una persona muy tranquila, muy servicial, pero si no es algo grave por qué tendría que hacer que salga de su trabajo. Además, si es algo grave Cruz Roja se encarga de llamar a los médicos.
¿Cómo le ha cambiado la vida?
He visto que era necesario, lo he comprobado en esa tontería de cuando me escurrí. No me di ningún golpe. Es que la cama está torcida, levanté los pies y me fui.
¿Qué piensas sus amigos del servicio?
Soy una persona muy social. Los fines de semana salgo con los amigos a tomar el aperitivo y cenar por ahí. Todas mis amistades tienen este servicio y están muy contentos, porque también los llaman desde Cruz Roja para ver cómo están. Algunos se han pasado al reloj por miedo a que les suceda algo en la calle. A lo mejor yo también lo hago, voy muchísimo a Madrid porque me encantan las obras de teatro y los musicales.
Al terminar la entrevista, Lucía cuenta con una sonrisa “ahora tengo una cita con unas amigas para recoger higos en mi casa”. Se pone en pie y concluye “me voy a llevar el botón rojo al jardín”.
Si tiene interés en este servicio, puede contactar al 678 50 55 63 – 91 330 88 34 o escribir un correo electrónico a la dirección cl-navalcarnero@cruzroja.es
Si quiere mas información en este enlace.
