Su innovador programa y su revolucionario diseño sitúan le sitúan a la vanguardia del sector educativo a nivel mundial, según han recordado desde el centro.
El colegio Agora Madrid International School da un paso más en su permanente búsqueda de la vanguardia, y de la mano del reconocido estudio Rosan Bosch, ha comenzado el desarrollo de un nuevo entorno holístico que motive el aprendizaje activo, la colaboración y la autonomía, «gracias a un visionario diseño» estratégicamente planteado para apoyar el plan de estudios del Bachillerato Internacional y preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro.
«El diseño de Agora rompe con las tradiciones y apoya la excelencia educativa única del colegio. La pedagogía holística basada en las artes anima a los alumnos a expresarse de forma creativa y a darse cuenta de su potencial individual. El diseño está cuidadosamente estudiado para estimular la curiosidad innata de los alumnos y ofrecer confianza y diferenciación», argumenta Rosan Bosch, fundadora y directora creativa de Rosan Bosch Studio.
La arquitectura al servicio de la metodología
Ágora Madrid International School, con Luis Madrid al frente, será un referente educativo, donde el diseño de su arquitectura estará totalmente alineado con una educación innovadora y disruptiva que permita a los profesores y a los alumnos una amplia gama de situaciones de enseñanza y aprendizaje, en consonancia con un mundo cambiante y de constantes retos, a los que la educación debe responder con adaptabilidad y creatividad, no solo de su metodología, sino también de su infraestructura.
Experiencia sensorial
Agora Madrid se convierte en un centro educativo donde vivir una experiencia sensorial única que diluye los límites entre arquitectura y naturaleza.
Al acceder al atrio de entrada se siente la actividad vibrante que llena este majestuoso espacio. Reuniones, debates y presentaciones suceden en el gran atrio, al igual que sucedía en las clásicas ágoras griegas.
Los alumnos disfrutan de este gran espacio abierto, dominado en el centro por la imponente topografía de formas orgánicas que conecta las dos plantas del edificio. Un elemento de flujo y estancia a la vez, ya que los alumnos suben y bajan, trabajan en los pods circulares de las diferentes alturas, colaboran y desarrollan proyectos en las gradas, se concentran en las “cuevas” … Un hervidero de actividad que se convertirá en el corazón del edificio.
En la zona derecha habrá una sala de croma, una sala de redacción, un estudio de cine, cabinas individuales para el estudio de instrumento musical y aulas insonorizadas para música.
A la izquierda, el área de ‘Lounge’ facilita zonas de descanso para los padres. Sofás de formas orgánicas y textiles suaves que los invitan a sentarse y reunirse con los demás, para participar de la comunidad educativa. Frente a este área, a la derecha, se ubica recepción.
Al fondo, se aprecia el área de ‘Artes Escénicas’, un espacio que al mostrarse sólo parcialmente activa la curiosidad de qué sucede allí detrás del atrio, que junto con la biblioteca de la planta primera que también se intuye arriba, invita a todos a recorrer y descubrir la totalidad del edificio.
De esta etapa educativa lo urbano es la característica que configura el espacio físico, ampliando los alumnos su territorio de pertenencia y contando, por tanto, con sus propias homes pareadas dos a dos por curso, y unas áreas comunes con usos específicos, como serían el área de artes plásticas y el de ciencia y tecnología.
Los grupos de cada etapa cuentan con un espacio dónde potenciar la colaboración y en otro la comunicación, creándose así una interacción continua entre profesores y alumnos por curso.
A su vez, ellos podrán acceder libremente a todos los espacios comunes de su planta, y desplazarse al resto guiados por los docentes, encontrando hitos de la ciudad de Madrid, como el Retiro, correspondiente al área de lectura y mindfulness; el Lago, el rincón de lógica y movimiento; y el Templo de Debod, correspondiente al área de artes plásticas.