¡Adiós 2020! ¡Qué año tan difícil!
La verdad es que no tenía intención de hablar de esto cuando pensaba en el tema de mi artículo de este mes, pero los acontecimientos de estos últimos días me han hecho modificar mi intención.
2020 ha sido un año cuando menos difícil para todos. Todos hemos tenido problemas y perdidas de toda índole que, en la mayoría de los casos, nos han afectado y nos han hecho desear que de una vez por todas acabara el año. Incluso las Navidades han sido distintas, con sus cosas buenas y malas, pero distintas.
Estábamos deseando dejar el 2020 atrás y ponemos toda nuestra esperanza en el año que acaba de empezar. No sé cuántas veces hemos repetido ¡A ver si llega 2021! ¡A nada que se lo proponga será mejor que 2020! Bueno, pues ya está aquí 2021……y con una prueba de fuego (o más bien de nieve).
Es el momento de revisar todos aquellos propósitos y proyectos que año tras año deseamos llevar a cabo. Este año, si cabe, hay que pensar más en ellos porque si algo hemos aprendido en el 2020, es que el componente de humanidad y los valores son primordiales en todas nuestras actuaciones.
Debemos estar preparados porque, por desgracia, el COVID sigue entre nosotros y promete quedarse bastante tiempo y por si fuera poco, en estos últimos días hemos sufrido el paso de Filomena, que ha servido para ponernos a prueba una vez más.
el componente de humanidad y los valores son primordiales en todas nuestras actuaciones
Es por eso por lo que creo que el componente de humanidad y los valores son primordiales. Ha sido muy ilustrativo ver cómo están reaccionando las personas en estas situaciones.
Independientemente de la condición o cargo, ha habido todo tipo de reacciones de solidaridad para demostrar que podemos trabajar juntos y ayudarnos unos a otros y así ser menos vulnerables. ¡Qué gran ejemplo nos han dado otra vez todos aquellos colectivos y profesionales que han estado y están sin desfallecer en primera línea!
Creo que son situaciones, que nos deben servir para aprender y poder mejorar todo aquello que en los distintos sistemas sociales, políticos y económicos no ha funcionado debidamente. Tenemos capacidad para trabajar y aprender, y debemos utilizarlas en aras a seguir mejorando nuestra sociedad.
Por el contrario, posturas de echarse en cara o pregonar los errores de otros, no creo que sean constructivas
Por el contrario, posturas de echarse en cara o pregonar los errores de otros, no creo que sean constructivas. Pregonemos con el esfuerzo y analicemos e intentemos llegar a puntos de encuentro.
Me quedo con la frase de un amigo mío que ha subido a Facebook con una foto en el que se le ve quitando la nieve de la acera “Yo no me quejo, yo cojo y actúo”; esa es la postura, actuemos y luego una vez pasado todo…. Analicemos, trabajemos y pongamos los medios para subsanar todos los errores cometidos.
Solo así 2021 será ¡Un año para la esperanza!
Encarnación Dávila Bravo