
El asunto está en manos de la justicia, al considerar que se ha realizado de una manera «improvisada» y que «está afectando al trabajo».
El sindicato de Técnicos de Salud Pública, en una conversación mantenida con Villaviciosadigital, ha mostrado su desacuerdo y disconformidad con la recientemente finalizada reorganización y reestructuración de trabajo y localización de la Salud Pública (integrada por vigilancia en salud pública, prevención y promoción de la salud y la seguridad alimentaria y sanidad ambiental).
En palabras de Begoña Pulido, portavoz del mismo, se trata de una medida que «se tenía que hacer porque sí, ha sido una decisión política y esta afectando al trabajo muy seriamente».
Aseguran, que en el edificio, ubicado en la calle San Martín de Porres de la capital, en que se encuentran tras el traslado «no caben», ya que «han metido a todas las unidades técnicas» en el mismo lugar, teniendo en cuenta que por el momento solo se encuentran allí cuatro de las 11 áreas que integraban Salud Pública.
Asimismo, incide en que la reorganización «se ha hecho sin mucha previsión», lo que ha originado incertidumbre en lo referente a los archivos físicos que tienen, con los cuales no saben qué hacer, y con los coches que emplean para desplazarse de un sitio a otro. Y es que estos últimos, no caben en el emplazamiento actual en que se encuentran, por lo que «se han tenido que quedar en los lugares en que originalmente estaban» Es decir, «los técnicos están allí, pero los coches no».
Vía judicial
Por otro lado y como ya se sabía, la reestructuración se encuentra en trámites judiciales tras interponer en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo una solicitud de medidas cautelarísimas para suspender el proceso. Según se recoge en dicho recurso, el pasado día 10 recibieron una notificación de un escrito del día 7, en el que el secretario de general técnico de la Consejería de Sanidad comunicaba de un día para otro la modificación de sus circunstancias laborales y lugar de trabajo.
Huelga
En relación a una posible huelga, pese a que en un inicio se estuvo pensado, se ha descartado, ya que se encuentran «desperdigados» y la visibilidad sería mínima al coincidir con los parones de Atención Primaria.
Contexto de la decisión
Esta decisión de trasladar está unidad comenzó a gestarse, tal y como informó Villaviciosadigital, a principios de año cuando la Consejería de Sanidad decidió que los técnicos (unos 150 aproximadamente), que son los responsables de realizar las labores de control oficial de los establecimientos alimentarios y de sanidad ambiental de los municipios de la Comunidad de Madrid en coordinación con los técnicos municipales, se centralicen en un único edificio ubicado en la capital. El pasado año tenían programadas alrededor de 25.000 actuaciones de control.
El objetivo de la Consejería es que esos funcionarios (farmacéuticos y veterinarios en su mayoría), se especializasen sólo en un área, o en Seguridad Alimentaria o en Sanidad Ambiental, cuando antes realizaban inspecciones a ambas. Asimismo, el otro argumento es que pretenden que tengan una uniformidad en los criterios de inspección.
Todo originó el rechazo de los sindicatos a la Consejería, quien en declaraciones a este periódico justificaba la medida como un intento por «modernizar y potenciar la organización de salud pública en tres aspectos básicos: la especialización de los profesionales, la adecuación y dotación de recursos y la mejora de los sistemas de información como herramienta imprescindible en la vigilancia y el control de los potenciales riesgos para la salud».