Tras la vuelta de vacaciones, de unos días de descanso, de poder disfrutar del tiempo libre para hacer aquello que nos gusta y nos apasiona, toca volver a la rutina, a los horarios, a solventar conflictos, a luchar por objetivos, etc. Que a su vez nos produce una serie de emociones como la tristeza, irritabilidad, ansiedad, inquietud que nos hace padecer insomnio y hace que la vuelta sea un trauma para muchas personas.
Todo ello, cada vez más, está haciendo que sea un motivo de consulta médica por estrés post vacacional que empieza a preocupar a muchos empresarios. El estrés es la causa más frecuente de absentismo laboral por enfermedad, que llega a afectar a más del 40% de los trabajadores asalariados y a cerca del 50% de los empresarios, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero no sólo se queda en el momento puntual de volver de vacaciones, para muchas personas puede llegar a degenerar en una cuadro crónico de estrés y ansiedad.
Según los expertos, la depresión posvacacional afecta al 35% de la población y suele durar entre 10 y 15 días. Normalmente, los síntomas de esta depresión desaparecen por sí solos, a menos que exista otro tipo de trastorno. Si el disgusto por la actividad laboral perdura deberíamos encender nuestra alarma de que algo no va bien y ponerle solución antes de que la situación empeore.
Para minimizar estos síntomas se recomienda:
1.- Busca el lado positivo: Si has disfrutado de unas merecidas vacaciones es porque tienes la grandísima suerte de tener un trabajo que te ha permitido tener esas ansiadas vacaciones. También recuerda que para disfrutar de las cosas tiene que existir un punto de comparación. Si vivieras en unas vacaciones permanentes no las disfrutarías tanto como cuando tienes periodos de trabajo laboral y de vez en cuando llegan esos periodos vacacionales. Todo lo que uno se ha ganado multiplica su sensación de disfrute y cuando uno está peor saborea aún más cuando se encuentra mejor, ¿no crees?.
2.- Procura no volver el día inmediato anterior a la vuelta laboral. Es recomendable volver al menos uno o dos días antes y empezar a volver a ponerse los mismos horarios de levantarse por las mañanas, horarios de comidas y horarios de acostarse para ir preparando el cuerpo a la rutina.
3.- Empieza poco a poco, reorganízate y realiza tareas sencillas al principio para ir preparando a tu mente. Es como un deportista, no puede empezar a correr a tope, primero hay que trotar y calentar.
4.- Busca momentos de pausa para realizar respiraciones profundas, te ayudará a calmar el estrés y la ansiedad y calmará tu mente. Aprovecha también la máximo los fines de semana o días libres para no echar tanto de menos esas vacaciones.
5.- Presta atención a tu postura, levántate de vez en cuando y realiza estiramientos. Nuestra postura nos demuestra nuestro estado de ánimo. Si cambias tu postura harás que tu mente cree coherencia y cambiará tu estado interior.
La vuelta de vacaciones, para muchas personas, también causa el llamado “nuevos propósitos”. Es el momento ideal para comenzar de nuevo a vivir una vida saludable, apuntarse al gimnasio, cuidar la alimentación, dormir bien, meditar y equilibrar cuerpo y mente.
El hecho de que hayamos vuelto a la rutina laboral no significa que no tengamos vida. Es por ello que es muy importante dedicar un porcentaje de nuestro tiempo diario al ocio: visitar amigos, familiares, realizar deporte, leer, ir al cine, salir a cenar, etc. Cualquier cosa que nos agrade y que dé sentido a cada día. Al final del día debemos tener la sensación de que ha sido un día productivo y que hemos equilibrado la balanza de las obligaciones y las devociones. Sólo así sentiremos que aprovechamos los días y que cada día cuenta y vale la pena.
Espero que mis consejos os sean de ayuda y os haga las vuelta mucho más amena. Cualquier comentario que queráis hacerme podéis dejarlo y yo estaré encantada de contestaros.
¡ Feliz retorno a todos!
Gema Ricote (@Gemaricote)
(Coach profesional certificada por ASESCO).