El laboratorio ‘Sooam Biotech Research Foundation’, de Corea del Sur, aporta los principales casos de perros clonados, ya que desde 2009 ha realizado esta actividad de manera comercial, dando vida a 200 cachorros a partir de células de otro; ¿el precio? entre 60.000 y 100.000 dólares.
Según indica la empresa, lo primero que debe hacer si queremos clonar a nuestra mascota es, una vez haya fallecido, «envolverlo en toallas húmedas e introducirlo en el frigorífico», a partir de ahí, se dispondrán de unos cinco días para extraer material genético que se pueda usar para crear una reproducción prácticamente exacta.
El precio de esta operación oscila entre los 60.000 y los 100.000 dólares, y para algunas personas se ha convertido en la manera más eficaz de superar el trauma que supone la muerte de un compañero de vida, como son los perros. Aunque desde la empresa surcoreana se apresuran en remarcar que ellos no resucitan a ningún ser vivo, sino que dan a luz a un gemelo y lo ponen a disposición de las familias.
Más allá de los casos llevados a cabo por ‘Sooam Biotech’, a lo largo del planeta se han realizado más de 1.000 clonaciones, entre las que destacan dos por encima de todas: la pionera, y gran conocida oveja Dolly en 1996, y más recientemente, en 2009, el caso de Trakr, un pastor alemán con problemas neurológicos pero famoso por rescatar al último superviviente de los atentados en el World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001.
En la actualidad, los surcoreanos sólo trabajan en la comercialización de perros clonados, pero no descartan comenzar el mismo proceso con gatos y más adelante con otras mascotas.
Opiniones al respecto
Como es de esperar, hay variedad de opiniones al respecto. Los más favorecidos con estas prácticas las empresas encargadas de hacerlo, que se embolsan una gran cantidad económica por cada caso, aunque los dueños también pueden considerarse como beneficiarios, ya que consiguen que su mascota fallecida sea reemplazada por otra prácticamente idéntica.
De todos modos, no es algo que a día de hoy esté al alcance de todos, ya que los elevados costes del proceso, sumados a los desplazamientos y demás acciones necesarias para completar el proceso, elevan el precio a más de 80.000 euros de media.
En el lado opuesto de la balanza se encuentran organizaciones como Greenpeace o Igualdad Animal, que ya en 2006 se posicionaban en contra de la explotación de animales clonados para el consumo de carne, y que a finales de 2015 también se posicionaba en contra de la clonación a escala industrial de ganado.
Sin embargo, de lo que se quejan en estas organizaciones no es del hecho de la clonación en sí mismo, sino de los fines con los que se hace: ganar dinero. Desde Igualdad Animal, reconocen el duro golpe que supone la pérdida de una mascota pero recuerdan que una ver superado el periodo de duelo, muchas familias «le dan una oportunidad a un perro de adopción» y que la clonación supone un «consuelo ficticio» porque aunque físicamente los animales sean iguales, en personalidad no.