Según el Centro de Medicina del Sueño en el campus de la Clínica Mayo en Arizona, que puntualiza que los propietarios que lo hacen con ellos en la cama duermen peor.
El estudio examinó a 40 adultos con sus cachorros durante siete noches. Tanto los seres humanos como sus compañeros caninos usaron dispositivos de seguimiento de movimiento para determinar la calidad del sueño.
“El estudio demuestra que muchas personas encuentran comodidad y una sensación de seguridad al dormir con sus mascotas”, admite Lois Krahn, especialista en medicina del sueño en el Centro de la Clínica Mayo. Además, fortalece lazos y ayuda a reducir el estrés al aumentar los niveles de oxitocina.
Sin embargo, la eficacia de dormir con el perro o gato, varía dependiendo de si se hace con el can junto a la cama o dentro de ella. Los primeros mantuvieron una eficiencia del sueño del 83%, mientras que los segundos no llegaban al 80 por ciento.
Ese mismo centro médico realizó otro estudio en 2015 en el que llegaron a la conclusión de que dormir con la mascota en la cama es perjudicial. Uno de cada cinco propietarios afirmaron que no descansaban bien. Y es que si los ronquidos, ladridos, convulsiones o territorialidad pueden despertar al dueño si están en la habitación, si se encuentran en la misma cama, los efectos negativos aumentan.
Los investigadores encuestaron en esa ocasión a unas 150 pacientes en tratamiento en el centro, 74 tenían una mascota en casa y 31 más de una, interrogándoles sobre los factores ambientales que les ocasionaban insomnio, incluido sus animales; al menos 15 se quejaron de los ruidos y movimientos y también un factor que afecta es el tamaño de los canes.
Asimismo, otros especialistas, como Bruno Chomel, veterinario investigador de la Universidad de California, han señalado que dormir con el perro en la propia cama puede provocar la transmisión de enfermedades potenciales de las mascotas.