La directora, realizadora y productora de cine documental, Maite Vitoria Daneris, cuenta a Villaviciosadigital.es su experiencia en la carrera a los premios Goya con su cinta ‘El lugar de las fresas’, de cómo ha sido el recibimiento en España y de los proyectos que ya tiene entre manos.
‘El lugar de las fresas’ ha sido galardonada como mejor película documental en festivales como por ejemplo, el Festival Internacional de Cine de Turín, el PRIX DU JURY, el Festival internacional del cine Italiano de Annecy o el Festival Sguardi Altrove de Milán.
Daneris, que ha vivido varios años en Villaviciosa de Odón, está a la espera de poder proyectar su trabajo en la localidad.
Pregunta.- ¿Qué es ‘El Lugar de las Fresas’?
Respuesta.- Es una película documental que nació de una experiencia, de un viaje. No tenía realmente un guión. Me fui a Turín para una semana y me encontré un lugar de inspiración, la plaza del Mercado (Porta Palazzo), uno de los mercados al aire libre más grande de Europa. A partir de ahí me quede a vivir una experiencia unos meses como muchos jóvenes. Encontré por casualidad a quién se ha convertido en la protagonista de toda esta historia y a partir de ahí se convierte en la película que cuenta la experiencia de haber estado siete años con los personajes que allí encontré.
P.- ¿Quién es Lina?
R.- A Lina la encontré un poco por casualidad. Yo cuento la película de forma cronológica: cómo llego a Turín, cómo la encuentro a ella, qué va pasando después. Fue muy curioso porque yo no la elegí, ella fue la que entró. Fui a la plaza para grabar una secuencia del mercado completamente vacío. Puse la cámara a grabar y de una furgoneta que estaba aparcada bajó ella, estaba allí dentro durmiendo, y empezó a descargar las cajas de fruta y verdura dentro de mi encuadre.
A partir de ahí la curiosidad me acercó a ella y empecé a frecuentarla diariamente durante casi dos años. Fue todo el proceso de preparación de la película, todo el proceso en el que yo me gano su confianza, la acompaño a su casa, al huerto, al mercado. Fue un proceso largo. Su dedicación al trabajo, el que fuera campesina, me interesaba mucho para contar un mundo que estaba desapareciendo. Se creó un vínculo muy fuerte entre nosotras, lo que no sabía era que iba a pasar todo lo que pasó después. Digamos que la película es como nace una historia de la nada.
‘Venía en Navidades y verano a Villaviciosa y la gente iba siguiendo el proceso de la película en cada punto’
P.- ¿Cómo está yendo la distribución de la película? ¿Qué objetivos se marcas?
R.- La distribución es muy complicada, en documental los distribuidores no invierten, es un camino difícil. Es más difícil distribuir un documental que hacerlo. Hay muchos documentales buenos que no se pueden ver. Ha pasado que en España no me cogían la película en ningún festival y ya este año volví y me puse yo a moverlo. Hablé con el programador de Cineteca, estrené varios días allí (nueve días con la sala llena), y he podido optar a los Goya donde ha sido preseleccionada aunque no ha pasado a la nominación.
Este proceso ha hecho que yo me dé a conocer en Madrid y que ahora haya una productora y distribuidora interesada en distribuir la película. Me estoy reuniendo con ellos para, a partir de primavera, hacer una distribución nacional e incluso internacional.
P.- ¿Cómo ha sido la experiencia de presentar el proyecto a los premios Goya?
R.- Ha sido muy emocionante. Quién me conoce sabe que me fui a Italia en 2006, saben lo que ha conllevado este proceso y la dedicación a esta película. Yo venía en Navidades y verano a Villaviciosa y la gente iba siguiendo el proceso de la película en cada punto. En qué punto de la grabación, si encontrábamos o no dinero para hacerlo.
Cuando dije que la presentaría en los Goya ha habido mucha emoción en el público. Casi lo he vivido más con la emoción de lo que generaba a la gente en España que yo misma. Ha sido el motor que me ha ayudado. El objetivo de los Goya ha movido mucha energía y han sucedido cosas muy bonitas. Además he descubierto lo que significa querer hacer cine en este país.
‘Hay gente que ha visto cuatro veces la película y me dice que sale mejor que cuando va al psiquiatra’
P.- ¿Cómo ha sido presentar y dar a conocer en España un proyecto que ya había sido reconocido fuera?
R.- Ha sido duro, era como si me hubiera despertado de un coma. Después de estar 10 años fuera, aunque hayas venido en vacaciones, la vida ha seguido adelante y tu tienes que empezar a construir de cero con la experiencia que has cogido. Llegar aquí y que nadie sepa nada de la película ha sido difícil en un primer momento pero ha sido un reto también. Mi reto ha sido estrenar la película en España y lo he conseguido.
P.- ¿Dónde puede verse la película?
R.- A través de la web (ellugardelasfresas.com) y la página de Facebook informamos cada vez que hay una proyección y dónde se puede ver. Una de las proyecciones que tuve que hacer para promocionar la película para los Goya fue en Conde Duque, una serie de vecinos que ya la habían visto hablaron de la película en el pueblo, se corrió la voz y se organizaron para alquilar un autocar y venir a la proyección. Fue muy emocionante.
Es una película que habla del empoderamiento de la gente sencilla para transformar la realidad. Esta película ha creado este tipo de situaciones en el público. Es muy bonito las reacciones que ha creado en el público. Al final la gente tiene ganas de ver películas así porque les hacen bien. Hay gente que ha visto cuatro veces la película y me dice que sale mejor que cuando va al psiquiatra.
Próximo proyecto: ‘un homenaje a la vida y a la supervivencia’
P.- Estás trabajando en otro proyecto sobre la Guerra Civil española, ¿qué puede contarnos?
R.- En 2011 me llamaron desde la Asociación de las Brigadas Internacionales porque iban a inaugurar el monumento de los brigadistas en Ciudad Universitaria y para ver si podía ir a grabarlo. Estuve tres semanas con los cuatro o cinco brigadistas que quedan y que vinieron a inaugurarlo. Con uno de ellos, Vicente, establecí una amistad muy fuerte, fui a verle a Francia, donde se exilió, para entrevistarle. Ahora hay un proyecto de película sobre su historia, la historia de uno de los últimos combatientes de la Guerra Civil española que queda con vida. Es militante del bando republicano, participó en la Segunda Guerra Mundial.
Llevo dos o tres años entrevistándolo y esta primavera me voy a poner 100% al proyecto. Vicente tiene 98 años y entonces el tiempo es importante. Es otro tipo de trabajo, nada tiene que ver con ‘El lugar de las fresas’, donde no había una historia si no un personaje y tuve que esperar a que la película se creara, cine de observación. Con Vicente es diferente, el tiene la historia dentro de él y hay que sacarla. Con la misma empresa que estamos hablando para la distribución de ‘El lugar de las fresas’ estamos estudiando la posibilidad de producir este proyecto.
P.- ¿Nos puede adelantar algo?
R.- Lo que más me ha cautivado de Vicente es lo claro que tiene todo lo que ha hecho en su vida y por lo que ha luchado. Para mí es un maestro que me cuenta lo que ha vivido, todo lo que luchado, lo que ha hecho, lo que no ha hecho. Es un ejemplo, un maestro de vida.
No es tanto una película sobre la política o la guerra, es un homenaje a la vida y a la supervivencia. Del potencial que tenemos como seres humanos de transformar. Vicente me ha contado muchas cosas sobre la Guerra Civil y sobre la Segunda Guerra Mundial. Fue uno de los que cruzó el Ebro, los Pirineos a pie… Él es de Valencia, de Alcácer, esta primavera le van a poner una calle con su nombre y es una de los secuencias que voy a grabar. Habla perfectamente español, cocina paella y me llamaba mucho la atención como ese sentido de patria ha quedado dentro de él a pesar de que hace tantos años que vive en Francia.
‘‘El lugar de las fresas’ no acaba en la película, acaba en el espectador’
P.- ¿Qué cree que hace falta para fomentar el cine documental?
R.- Es necesario una intención política, en España no se invierte dinero en hacer documentales. El cine documental se considera el cine pobre, el que necesita poco dinero, el que se puede hacer con menos medios, pero en realidad es el más caro. La mayoría de las veces para contar una historia de la realidad con un tratamiento cinematográfico es carísimo. Tienes que pasar mucho tiempo en un lugar, conociendo a las personas y el tiempo es lo que más cuesta en producción. No hay una política verdadera hacia el cine documental en España, hay muchísima gente que está haciendo cine documental muy bueno poniendo sus propios medios, trabajando en otra cosa, endeudándose para poder hacer su película. La gente quiere ver documentales, no es verdad que no gusten. He hecho nueve proyecciones en Madrid, la sala se llenaba y la gente salía de la sala diciendo que iba a traer a más gente.
P.- ¿En qué se fija a la hora de elegir una historia?
R.- El motor es la intuición. Es el don que tenemos de leer algo que a lo mejor otros no ven. Yo en Lina me llamó mucho la atención que llegara a las dos de la mañana mientras yo estaba allí, el factor casual. Cómo se movía, cómo vestía, que llegara con una furgoneta sola… En el caso de Vicente, en seguida me llamó la atención por cómo se expresaba, la energía que tenía…
P.- ¿Qué le gustaría hacer en cine que todavía no haya podido?
R.- Mi gran deseo es poder dedicarme a hacer cine para contar historias que transforman la sociedad. Cine para transformar, no cine para divertir y ya está. Puedes hacer cine con una profundidad diferente y es el tipo de trabajo que quiero hacer. De hecho ‘El lugar de las fresas’, sin desvelar nada de la película, no acaba en la película, acaba en el espectador.
Foto y texto: Juan Lucas
Trailer _ El lugar de las fresas from Maite Vitoria Daneris on Vimeo.
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