El Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón ha comenzado la entrega.
Estos dispositivos permiten obtener información precisa de los niveles de dióxido de carbono, con alertas que facilitan la comprobación de los valores e indican cuando se exceden los topes de seguridad y por lo tanto es preciso ventilar.
El alcalde, Raúl Martín Galán (PP), acompañado de la concejala de Educación, Noelia Álvarez, entregaron este jueves los dos primeros dispositivos al colegio Laura García Noblejas a los que les seguirán el resto de centros, incluidas las escuelas infantiles y el instituto Calatalifa. Junto a ellos se encontraba la directora, Arantxa Villacian, quien ha agradecido la entrega.
El nivel del aire exterior es de 400 ppm (partes por millón), y un valor entre 500 ppm y 700 ppm sería un valor aceptable, aunque si se llegara a 800 ppm, habría que ventilar de forma obligatoria. No es necesario instalar un medidor en cada aula, ya que se pueden utilizar las denominadas aulas testigo, que permiten definir el comportamiento de la concentración para clases similares en superficie y ocupación.
Se recomienda la ventilación natural cruzada en los espacios cerrados para evitar la transmisión del COVID-19, así como la reducción de aforos y uso de mascarillas. Por ello, se considera necesario abrir las ventanas 15 minutos al entrar en un aula o la ventilación continua en aseos.
En la inmensa mayoría de las dependencias y aulas donde se desarrollan actividades docentes es posible generar la ventilación natural cruzada, ya que disponen de ventanas o puertas exteriores. Dado que los 15 minutos al inicio y al final de cada jornada y durante el recreo no es tiempo suficiente para ventilar, es necesario abrir ventanas y puertas cuando también estén las clases ocupadas. En el caso de registrarse temperaturas invernales extremas, es mejor realizar un mayor número de ventilaciones más cortas en lugar de tener las ventanas parcialmente abiertas.