Nos ha tocado vivir un tiempo complejo y cambiante, en el que serían muy importantes y determinantes la capacidad de consenso y la forma de gestión en la mayoría de nuestras actuaciones y vivencias.

Necesitamos coordinarnos, fiarnos y apoyarnos en personas que nos representen y que estén dispuestas a “liderar” una actitud con responsabilidad colectiva.
Es aquí donde entra en juego la importancia y relevancia del liderazgo y la persona o personas que lo ejerzan ante un colectivo.
La definición de liderazgo nos puede aclarar, en sí misma, este concepto. Se define liderazgo como: “conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos”.
Actualmente, creo que se confunde muchas veces el liderazgo con la posesión del poder
Trasladándolo a nuestra realidad, es cuando nos damos cuenta de la importancia del liderazgo en nuestros días y con las crisis (de todo tipo) que estamos padeciendo, como es casi una cuestión de supervivencia.
Actualmente, creo que se confunde muchas veces el liderazgo con la posesión del poder. Nada más lejos de la realidad y por supuesto completamente pernicioso para el grupo que se lidera.
El líder debe transmitir seguridad, apego y confianza. Debe confiar en la capacidad de las personas que conforman el grupo y por supuesto, ayudarlas a crecer de acuerdo con sus capacidades sin ningún tipo de imposición. No debe temer el talento de los miembros del grupo, sino que debe fomentarlo y hacer que crezca.
El líder debe rodearse de un buen equipo, debe saber escuchar y sopesar puntos de vista distintos al suyo propio. Debe aceptar que no lo sabe todo. Es claro que resulta más cómodo rodearse de un colectivo que asiente a todas las decisiones que se tomen; pero es mucho más inteligente y enriquecedor, aunque mucho más molesto, buscar puntos de vista distintos. Es necesario rodearse de personas que estén dispuestas a decir la verdad y a contradecirle, cuando sea importante para el desarrollo del grupo y del proyecto.
el líder debe asumir sus limitaciones y aceptar todos los consejos y opiniones que aporten valor
En todo momento, debe tener la flexibilidad suficiente para identificar las oportunidades y enfocar a su equipo hacia nuevos retos, transmitiendo la capacidad de adaptación para conseguirlos.
Asimismo, el líder debe asumir sus limitaciones y aceptar todos los consejos y opiniones que aporten valor, manteniendo una actitud constante de integración y escucha en muchos momentos.
En definitiva, el liderazgo es un potencial y una oportunidad que se puede desarrollar de diferentes formas y en situaciones y áreas distintas (educativa, familiar, deportiva, profesional, social, política….). Es una influencia y motivación en los demás. Transforma a personas y a grupos.
Con todo lo expuesto anteriormente, y mirando a mí alrededor lo único que me cabe decir es ¡qué falta nos hacen verdaderos líderes!
Encarnación Dávila Bravo