La Comunidad de Madrid ha extendido a tres de sus hospitales terapia asistida con animales, mediante talleres que se desarrollan en los centros de Torrejón de Ardoz y Villalba, y la experiencia piloto que comienza en el Gregorio Marañón, tal y como detalló el consejero de Sanidad.
Actualmente se está explorando el valor terapéutico en procesos rehabilitadores tras una cirugía y también en pacientes adultos con alzhéimer y depresión involutiva en el caso del Hospital de Torrejón, pionero en la terapia con animales desde el año 2013.
A su vez, el Hospital de Villalba ha puesto en marcha este año un ensayo clínico con niños que sufren síndrome de intestino irritable y dolor abdominal sin causas orgánicas, una patología asociada al estrés. El proyecto se lleva a cabo con pequeños de entre ocho y 12 años, una vez a la semana en sesiones de 45 minutos, a las que acuden grupos de tres o cuatro niños con sus padres. Se trata de un ensayo pionero a escala internacional.
“Sonrisas perrunas”
En esta línea el Hospital Gregorio Marañón puso en marcha el día 18 de mayo el programa “Sonrisas perrunas: terapia asistida con perros para niños hospitalizados”, que comprende 12 sesiones para trabajar de manera trasversal las capacidades sociales, emocionales y de comunicación de los pacientes. Está basado en distintas actividades con perros en el área de hospitalización del Servicio de Psiquiatría del niño y del adolescente, con el objetivo de ayudar a los menores a que su estancia hospitalaria sea lo más agradable posible.
El centro sanitario está llevando a cabo una experiencia piloto en un espacio exterior en la unidad de hospitalización en la que, durante dos horas, siete menores ingresados realizan actividades lúdicas en relación con los perros, en las que se trabaja el reconocimiento y expresión de emociones, el cuidado de los animales y conceptos básicos de adiestramiento canino.
El Colegio de Veterinarios de Madrid subvenciona esta actividad llevada a cabo por la asociación Perros Azules, para lo que se desplazan al centro dos técnicos y dos perros de terapia. La figura del can aparece como un elemento novedoso y motivador que ayuda a mejorar la participación de los más jóvenes y conseguir, gracias a esta interacción, disminuir la ansiedad, la depresión y reducir la presión arterial y por tanto el estrés.