El 48 por ciento de las empresas creadas en España durante el periodo de la crisis económica, fueron iniciativas impulsadas por mujeres, según ha reflejado un estudio llevado a cabo por la compañía Hiscox. Alemania, Holanda, Francia, Reino Unido, España y EE.UU fueron los países escogidos para realizar un total de 3.500 encuestas, fuente de los resultados obtenidos.
La creación de nuevos negocios por féminas según confirmó Hiscox,»comienza a ser una tendencia”. En el caso español, el camino hacia el emprendimiento surge antes de los 40 años, edad más temprana en comparación con países como EE.UU o Francia, donde rondaría los 40 y los 49 años, y en el último caso, superaría los 50.
En los dos países anteriores, la gestación de nuevas sociedad es a edades más avanzadas, pero existe una diferencia respecto al caso español y es que, es el sector femenino el que reina en la apertura de nuevos negocios, superando a los hombres.
Los datos revelan a nivel general que, las empresas de reciente creación suelen incrementar sus ingresos más de lo que estarían haciendo las antiguas. Un 27% de los encuestados afirmaba que «nos hace más fuertes y más decididos ante el éxito». Esta declaración hace referencia a una crisis que durante estos años ya ha hecho cerrar no sólo pequeñas sino también grandes empresas de media y larga vida en el mercado.
Los sectores que han sido escogidos a nivel de los seis países encuestados para formar su nueva andadura como empresarios, se han centrado en asuntos relacionados con las finanzas y actividades profesionales un 28%, y, suponen un 21%, el de la distribución. Por el contrario, las empresas españolas de nueva creación, lideran en los mercado del sector servicios y de la creación de nuevos productos.
Las horas semanales de trabajo que de media se estima que los españoles destinan a su negocio rondarían las 42,1 horas. Si fragmentamos estos datos por sexos, las mujeres invertirían un total de 30 horas, mientras que los hombre entre 40 y 49 horas semanales.
El futuro es visto con optimismo por los participantes del estudio. Pero a pesar de ello, son los emprendedores de nuestro país los que, aunque ilusionados, temen que la financiación no fluya con soltura.
Diana García Fran