En la región, y en España en general, los divorcios aumentan ligeramente en los últimos años, pero de manera drástica respecto a principios de siglo, al contrario que las separaciones, que sufren el efecto contrario.
El Consejo General de Poder Judicial ha publicado estos datos en los que se hace una distinción entre las medidas consensuadas y las que no lo son, aunque en la Comunidad de Madrid los datos se mantienen prácticamente inalterables, con variaciones de entre uno y tres casos por cada 100.00 habitantes, y con una media total de 2,6 disoluciones por cada 1000 personas.
Tendríamos que remontarnos a principios del siglo XXI para poder observar una evolución significante en estos datos, consecuencia de la entrada en vigor de la Ley 15/2005 por la que se modificó el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil en materia de separación y divorcio, que supuso la eliminación de los plazos previos. Desde el año 2001, los segundos consensuados han aumentado en más del doble, pasando de 68 a 155 casos. Lo mismo pasa con los contenciosos, que de 41 casos en el año 2001, se ha pasado a los casi 96 en el pasado 2016.
Ese cambio de normativa supuso que en las separaciones se haya producido una tendencia contraria, ya que los datos muestran una disminución drástica en los últimos 15 años. Las consensuadas han pasado de las 120,6 por cada 100.000 habitantes, a ocho casos, lo que supone una reducción de entorno al 93%. En las contenciosas la situación es semejante, ya que también se ha reducido en casi un 94%, pasando de unos 56 casos, por cada 100.000 habitantes, en 2001, a 3,5.
En el resto de España
Los datos de la Comunidad de Madrid concuerdan con los del resto del territorio nacional, ya que también se ha registrado una trayectoria contraria entre los divorcios y las separaciones, en la que los primeros aumentan y las segundas se ven reducidas. Con este contexto, los divorcios han pasado de suponer un 40% de las disoluciones matrimoniales en 2004, a un 95% en la actualidad.
También se puede observar que desde el 2009, el número de demandas de disolución matrimonial se sitúa sobre las 120.000 solicitudes, reduciéndose en menos de 5.000 casos en estos siete años.
Canarias y la Comunidad Valenciana son las regiones que más disoluciones presentan en los últimos años, con una media de entorno a 290 casos por cada 100.000 habitantes. En el lado opuesto de la balanza se sitúa Castilla y León, con una media de unos 190 casos.
La media española fue de 260 casos, y la Comunidad de Madrid se encuentra por debajo de esa cifra, con 240, junto a otras regiones como Cantabria (250); Castilla-La Mancha y Galicia (240); Extremadura y La Rioja (230); Aragón, Navarra y País Vasco (220); y la ya mencionada Castilla y León.