Sólo superada por Irlanda, Reino Unido, Holanda e Italia, según un informe realizado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).
«La Universidad Española en cifras 2015/2016″ es la denominación del estudio elaborado en colaboración con el Banco Santander. En él se explica que durante el pasado curso 2016/2017 el importe anual de una matrícula de máster en nuestro país ha sido de casi 2.000 euros, y en cuanto a la de grado, superaba los 1.200 euros. Esto es diferente en otros países europeos; en Francia, por ejemplo, los precios para máster y grado son de en torno a 250 y 180 euros, respectivamente. Estas cifras son aún inferiores en lugares como Alemania, Austria, Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca.
Los precios relativos a la enseñanza superior han ido incrementando paulatinamente desde el curso 2008/2009, hecho del que no escapa ninguna de las comunidades autónomas. No obstante, las dos con los precios más elevados, han registrado descensos significativos: en Cataluña ahora se paga un 25 por ciento menos, y en Madrid, esta bajada es del 5%.
Concretamente en el caso los másteres, los costes de los denominados habilitantes (necesarios para llevar a cabo una determinada profesión), bajaron en Castilla-La Mancha y Madrid. Por su parte, los no habilitantes descendieron en Castilla-La Mancha, Aragón y Madrid. Al igual que se han reducido los precios, ha disminuido también la brecha entre comunidades, pese a que «han comenzado a bajar siguen siendo los más altos de Europa», tal y como ha destacado el presidente de la CRUE, Segundo Píriz.
Becas
La CRUE también ha citado al sistema de becas y ayudas al estudio desde un punto de vista crítico. Durante el año 2010, la financiación media por becario fue de algo más de 3.200 euros, cifra que ha caído drásticamente desde entonces, hasta llegar a ser de unos 2.600 euros durante el curso 2016/2017. De hecho, son más de 70.000 universitarios los que no han podido solicitar una beca del Ministerio de Educación a pesar de cumplir los requisitos económicos, pero no los académicos.
Según los rectores, los becarios con menor poder adquisitivo han sido los más castigados por esta reforma; las prestaciones para estudiantes han reducido su importe a la mitad. Y es que, como ha señalado Píriz, «nuestro sistema de becas está entre los más débiles e insuficientes».
En el informe también queda evidenciado el gasto por estudiante en España en educación superior, desde el año 2008 hasta 2013, ha sido de 89 euros, mientras que la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es 105.
Finalmente, en España existe una demanda de estudios universitarios menor que en los países miembros de la OCDE y la Unión Europea, ya que en nuestro país es del 47%, mientras que en los otras zonas, es de un 54 y 53%, respectivamente.
Marina Alcázar, (@Marina_Alcazar)