[sam_ad id=»24″ codes=»true»]
El ex jugador del Casvi, Juan José García, nuevo alero del Unión Financiera Baloncesto Oviedo, de LEB Oro ha destacado la importancia del colegio villaodonense en su formación como persona y como profesional del baloncesto.
Juan José García finalizó la temporada cerrando un ciclo en el Casvi, donde firmó en su último partido unos números de Michael Jordan: 27 puntos, 27 rebotes y seis asistencias, para obtener 64 de valoración, el récord en todos los grupos de la Liga EBA. José Antonio Sánchez, coordinador de basket del colegio, no tiene dudas sobre el paso de García por el conjunto colegial. “En los sitios hay que saber llegar, estar y también saber irse, y eso él lo ha cumplido a la perfección».
Trabajo, compromiso e ilusión, son algunas de las cualidades que definen a este ala-pívot que no tiene un sueño, «sólo subir a lo más alto que pueda», ha indicado, destacando, ante todo la importancia del Casvi en su carrera.
¿Qué crees que te ha aportado el Casvi?
Ha sido parte de un camino que he querido llevar en el que el colegio me ha ayudado a desarrollarme. Me han dado mucho en cuestión de baloncesto y como persona, sobre todo José Antonio. No tengo cómo agradecer eso.
Lo que soy ahora mismo en el baloncesto se lo debo a ambos. Es más, el paso que voy a dar se lo debo también a ellos. Mi parte del trabajo la he tenido que hacer pero ellos han hecho muy bien la parte que les correspondía.
Tras ocho años en el Casvi te marchas al Unión Financiera Baloncesto Oviedo, en LEB Oro. ¿Cómo ha surgido este importante cambio de aires?
El tema surgió a partir de una prueba que me hicieron allí, en Oviedo, a través de mi representante. Quedaron muy interesados, me hicieron una oferta, me pareció muy buena y decidí ir para allá.
«Oviedo me va a permitir crecer a nivel baloncestístico y dar un paso hacia una liga superior»
Es un paso muy importante en tu carrera.
Bastante, porque me va a permitir crecer a nivel baloncestístico y dar un paso hacia una liga superior.
Vas a cambiar de ciudad y tendrás la experiencia de vivir fuera, aunque este verano lo hiciste jugando en la Liga Dominica con el Titanes del Licey. ¿Cómo resultó la experiencia?
Estuve allí en República Dominicana dos meses y medio, así que me pasé todo el verano jugando un partido cada dos días, más sus correspondientes entrenamientos, así que ya he probado lo que es la vida fuera de casa. Pero la experiencia ha sido extraordinaria porque logramos ser subcampeones. Contra todo pronóstico, llegamos hasta la final e incluso les pusimos las cosas difíciles a los Indios de San Francisco, los cuales necesitaron del séptimo partido para llevarse el título nacional.
Es una liga más fuerte que la EBA. Allí van jugadores de Estados Unidos que han estado en ligas fuertes europeas, en Francia, en LEB Oro. Hay muy buen nivel.
¿Qué te ha aportado esta experiencia?
Lo primero, que he podido ver a toda mi familia a la cual llevaba alrededor de seis años sin ver. Luego también conocer un baloncesto diferente y que no había visto, con otro ambiente de equipo. Siempre había vivido aquí un ambiente mucho más familiar, pero allí era más profesional.
Coqueteos con Francia
Has estado a punto de fichar por algunos equipos franceses, ¿por qué no fichaste?
Probé primero en el Angers pero el entrenador de este equipo fue cesado y se fue al ADA Blois, otra ciudad en el centro de Francia, que es donde me hicieron una propuesta de fichar.
La decisión no fue fácil porque las ofertas eran muy interesantes, sobre todo la que me posibilitaba jugar en N1 en Francia. Pero al final me decanté por Oviedo porque lo de jugar en este país no era compatible con lo de ir a Republica Dominicana y yo tenía una gran ilusión por vivir esta experiencia. La pretemporada comenzaba en el mes de agosto. Después de este viaje también vi que lo mejor para mí era jugar en LEB Oro. En base a eso tomé la decisión.
Militar en el Baloncesto Oviedo ¿te permite dedicarte profesionalmente al baloncesto?
Sí, y eso es lo importante.
Texto: Lídia Abán/ IRC.
Fotos: IRC/Lídia Abán.
