El Ministerio destinará 6,49 millones de euros para ampliar a un tercer carril esta carretera a su paso por el municipio madrileño, en concreto entre los kilómetros 19,1 y 22,4 en sentido Badajoz, y 17,85 y 22 hacia Madrid.
Las obras comenzarán después de la Semana Santa, con trabajos de señalización y finalizarán a finales del mes de octubre de 2017.
Según ha informado la Administración Pública, el terreno de actuación será el comprendido entre el centro comercial Xanadú y la zona donde se inician las vías de distribución de tráfico entre la A-5 y la M-50. Según el propio Ministerio, «este tramo supone un ‘cuello de botella’ en el itinerario» y se provocan «numerosas retenciones» ya que los kilómetros previos a esta zona disponen de un mayor número de carriles.
La fase inicial del proyecto se comenzará en la zona exterior de la autovía, por lo que no se prevén afecciones al tráfico. Sin embargo, para el mes de mayo se estima que se desarrollará la actuación «de mayor calado en el propio tronco de la autovía», y con el objetivo de poder contar con dos carriles por sentido, se reducirá solamente el ancho de la carretera y los arcenes, de tal forma que se minimicen las afecciones al tráfico durante las obras.
Primero se acometerán las modificaciones en la carretera con sentido Madrid, y posteriormente se hará lo propio en sentido Badajoz. Fomento ha establecido un plazo de seis meses para finalizar las obras, por lo que se prevén obras de tres meses por cada sentido de la autovía. De manera puntual se cortará el trafico total de los carriles, por lo que estos trabajos se realizaran por la noche, «cuando la intensidad de la circulación es mucho más reducida».
El Ministerio de Fomento ha comunicado también que seguirá informando de las afecciones al tráfico según se aproximen las fechas en las que se producirán.