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«Aquí cuando llegas el entrenamiento es duro siempre y no hay dos entrenamientos iguales», afirma Pedro Cordero, responsable de FYS, gimnasio de Villaviciosa de Odón que el próximo mes de enero cumple un año en el municipio.
«No viene la gente sabiendo lo que tienen que hacer. Todos los días es diferente. Programa el entrenamiento de la semana pero a lo mejor llego, me pongo a hablar con la persona y les hago hacer otra cosa. La gente también viene con ese hándicap de a ver qué me toca hoy. Todos los días el entrenamiento es una pequeña sorpresa», comenta el responsable del centro a Villaviciosadigital.es.
Pedro apunta que en FYS no se sigue un sistema técnico de gimnasio como se hace en otros centros. «No trabajamos solo la fuerza, el músculo uno por uno, como trabajan el resto de los gimnasios, que tienen una máquina para hacer pecho, otra para hacer hombro, otra para hacer biceps. Nosotros trabajamos el cuerpo en general, cadenas musculares. Con eso conseguimos darle al cuerpo todas las capacidades que debería tener: fuerza, resistencia, agilidad, equilibrio, coordinación, elasticidad».
La eficacia de su método lo demuestra la gran demanda que tenían cuando estaban en Móstoles, pero sus instalaciones se quedaron pequeñas. «Desde que abrimos aquí a principio de 2014 no hemos hecho ninguna publicidad. Veníamos de otro centro en Móstoles, que se quedó pequeño. Nos vinimos aquí con la mayoría de los clientes que teníamos, que eran de Villaviciosa. Al principio tenía mucho trabajo y decidí dejar lo de la publicidad para más adelante pero no me ha hecho falta. Los clientes no solo son fieles y se mantienen, si no que son los que me traen a su mujer, a su amigo y van llegando nuevos clientes».
Una de las principales ventajas de FYS es que consigue reunir muchas cosas positivas para cada cliente. Así, Cordero señala a factores como «la alimentación, el entrenamiento y la atención», comenta.
¿Qué es el método FYS?
Muchos se hacen esa pregunta. Según explican, se basan en el entrenamiento en suspensión, en TRX, con elementos como las pesas rusas, peso libre, elementos de halterofilia y ejercicios de propiciación (equilibrio), «para desarrollar todas esas capacidades de agilidad y coordinación que si no se trabajan con el paso de los años se van perdiendo», añade Pedro.
El objetivo de este entrenamiento es tener «una mayor capacidad física, estar más en forma, el antienvejecimiento, a que nos sintamos cada vez mejor». A todo esto se suma la orientación para tener un sistema de alimentación sano, natural y equilibrado, pero aclara que «no es una dieta milagrosa, no es la dieta de la alcachofa, ni de restricción de calorías, ni para adelgazar rápidamente». Enseñan a comer de una manera sana, natural y equilibrada, ya que el objetivo principal es la salud.
Ofrecen entrenamientos personalizados o en grupos reducidos de máximo cuatro personas, pero desde el centro tienen claro que «todo el mundo que quiera ganar un poco en calidad de vida y no quiere estar a su libre albedrío en un gimnasio», explica el entrenador. Y es que ayudan a las personas que se pierden en los gimnasios ante la avalancha de máquinas. «La gente que viene es realmente la gente que llega a un gimnasio, ve un montón de máquinas y no sabe qué hacer. Aquí no se pierde tiempo, la gente viene a entrenar una hora y es una hora de entrenamiento. Entras por la puerta y ya estás perdido, no tienes escapatoria, eres mío. Es hora es de entrenamiento intenso; es un entrenamiento duro, esto no es un paseo».
Sin embargo, pese a esa intensidad de la que habla Pedro, van poco a poco, adaptándose al nivel del cliente. «Vamos ganando capacidad poco a poco. La gente cuando entra viene poco preparada o no viene en forma, son entrenamientos de media hora, poco a poco se va metiendo más carga y al cabo del mes están entrenando la hora seguida sin ningún problema».
Cuando entrenan a pequeños grupos intentan tener a gente con las mismas características, y pone como ejemplo un grupo de mujeres que todas han dado a luz hace poco. «Las hemos juntado para hacer una trabajo específico: trabajo de la zona pélvica, mucho fortalecimiento, evitando saltos». Aunque subraya que pueden compartir entrenamiento gente con diferentes condiciones y sacar rendimiento.
En cualquier caso, trabajan con grupos reducidos para «hacer mucha piña». Esto permite que se conozcan muy bien y así poder compartir cosas, «dentro y fuera del gimnasio». Y es que una parte importante de FYS es hacer actividades fuera del centro: cenar, jugar al fútbol o salir a correr juntos.
Alimentación
Al margen de lo estrictamente deportivo, la alimentación es otro de los puntos fuertes de este centro. Ayudan a sus clientes orientándoles a un sistema «compatible con tu vida social». Entienden que no son gimnastas profesionales y que su vida social no tiene que estar coaccionada por el entrenamiento. «Enseñamos qué alimentos te puedes pedir cuando llegas a un restaurante para que no tengas que dejar de lado tu vida social y puedas comer en cualquier sitio. Se trata de encontrarnos mejor sin dejar de hacer lo que nos gusta», detalla Pedro.
«Si tengo una persona con sobrepeso, vamos a hacer una restricción de hidratos de carbono; evidentemente, el enemigo es el azúcar, tanto el refinado (pastelería o bollería), o el que es un poco más complejo, pero que al final es azúcar: pasta, patatas y arroz. Restringir hidratos de carbono no quiere decir que no los vayamos a tomar nunca más, pero sí lo vamos a restringir en un primer momento para acelerar la quema de grasa. Una dieta muy alta en antioxidantes, es la clave fundamental: frutas, verduras y ensaladas. Acompañadas de la proporción adecuada que necesite cada uno de proteínas: carne, pescado, lácteos. Y grasas no saturadas, el aceite de oliva, omega 3, aguacate, aceituna, todas saludables que debemos introducir en la dieta», expone el preparador.
«Entras por la puerta y ya estás perdido, no tienes escapatoria, eres mío; es un entrenamiento duro, esto no es un paseo»
Un pilar fundamental en este método son las cinco comidas al día para tener un metabolismo activo. «No se trata de restringir calorías, no se trata de matemáticas, que es como antiguamente se regían los médicos. Si tengo un metabolismo de 1.200, hago una dieta de 1.000 y entonces adelgazas. Pero si es sábado, es la hora de las cañas ¿qué hago? Pues me voy a tomar cañas. Si lo hago bien y me alimento bien, claro que sí, me voy a tomar unas cañas». comenta.
Dentro del centro los usuarios tiene otros servicios como la fisioterapia, con cuotas de cuatro masajes por 100 euros; la presoterapia (una especie de drenaje linfático que se utiliza para aumentar la circulación sanguínea y la eliminación de líquidos), están incluidas en la cuota, al igual que los rayos UVA o la zona de relax con la fruta para tomar antes o después del entrenamiento, cafés o infusiones.
Desde FYS insisten en que son la solución perfecta para los perezosos. «La gente que por sí sola no tiene la capacidad de sacrificio para ir a un gimnasio tres o cuatro veces por semana y estar allí la hora, ésta es su solución». Pedro entiende que hay clientes que necesitan alguien que les obligue, que esté encima, con la obligación para entrenar y el compromiso de que tienen que pasar todas las semanas por la báscula. En este sentido recalca que él está ahí para ayudarles a superar la barrera de la pereza y por eso mediante unas «charlas sanas», les lanza al deporte completo y a la alimentación saludable, pilares del Método FYS.