¿El tradicional método de impartir educación es el más adecuado actualmente?

2

Alumnos en Villaviciosa de Odon

¿Consideras que la manera de impartir conocimientos es la apropiada o eres de los piensa que hay otra manera que ayude más a absorber información dependiendo de la persona?

Hace tiempo me pregunto si el fracaso escolar se deberá a que seguimos con los modelos antiguos de impartir las clases. Hoy en día, las nuevas generaciones han nacido con otros medios a su alcance y nos están demandando otra manera de hacerles llegar los conocimientos.

La formación en las personas, tanto personal como intelectual, es el combustible que hace mover el motor de la sociedad. Si tan importante es, ¿por qué otros sectores avanzan y el de la formación sigue estancado? Si cada persona es diferente, siente diferente, y le inspiran cosas diferentes, ¿por qué se nos educa a todos por igual y con el mismo patrón? ¿Qué pasaría si existiera un modelo más acorde con lo que realmente somos? ¿Qué pasaría si la llegada de conocimientos fuera duradera, impactante y que formara parte de todos nuestros sentidos? Sería una manera, según mi opinión, mucha más efectiva de formar a las personas, ¿no creen?.

Tal vez hayan comprobado alguna vez cómo algo que les impresionó se les quedó grabado en su memoria para siempre. ¿Qué es lo que sucedió para que así fuera? Tal vez, sea que todos sus sentidos estaban puestos en aquello que ocurrió y por eso pudo adquirir ese conocimiento con total precisión haciendo que perdurara para siempre en su recuerdo.

Por lo tanto, podemos deducir que todo aquello que se experimenta, se vive, se hace por uno mismo poniendo en ello nuestros sentidos podemos asegurar que tendrá buena acogida para que ese conocimiento pase a formar parte de nosotros. Sabiendo esto ¿por qué no probarlo? Tal vez, nadie nos dijo como hacerlo…

No hace mucho leí un artículo del doctor en Medicina Francisco Mora que comentaba que en un futuro no habrá profesores sino neuroeducadores. El 23 % de los adolescentes tienen problemas con su rendimiento escolar. ¿Creéis que sólo es culpa de ellos y que sus formadores hacen todo lo que deben hacer para que ese porcentaje mejore?

Es cierto aquello que dicen que, sólo se aprende aquello que se ama. La ciencia de la educación debería ir unida al desarrollo neurocognitivo para que el aprendizaje realmente fuese efectivo. Si los formadores  estimularan, emocionaran e impactaran a sus alumnos, cuán diferente sería ese porcentaje de fracaso escolar, ¿no creen? De esta manera llegaríamos al mundo adulto conociendo nuestros talentos y capacidades para así aportar lo mejor de cada uno de nosotros para el buen desarrollo y progreso de la sociedad, que necesita jóvenes creativos y motivados.

«La ciencia de la educación debería ir unida al desarrollo neurocognitivo para que el aprendizaje realmente fuese efectivo»

Como ya es conocido la mejor manera de aprender es con la propia experiencia. De esta manera desarrollamos nuestros potencial, activamos nuestros sentidos y fijamos la información de una manera más eficaz para implantarla en un futuro, conociendo nuestras capacidades y habilidades para descubrir lo que realmente nos gusta y nos hace ser más felices.

Recomiendo una película que me inspiró titulada “La historia de Ron Clark”, un profesor con verdadera vocación, para quien  su objetivo eran las personas. ¡Qué diferente sería todo si los profesionales que nos encontramos en nuestro camino estuvieran al servicio de los demás, preocupándose por lo que las personas son!

Me van a permitir, como ya es costumbre en mí, que les narre una pequeña historia, pero esta vez será una historia personal de un profesor de Villaviciosa de Odón, en mi querido colegio “Doña Laura García Noblejas” que, los que somos de esta localidad recordamos con cariño. Era mi profesor de Lengua, cómo decíamos antes, y se llama Felix Casas. Recuerdo que, de vez en cuando, nos hacía levantarnos de nuestra silla para ponernos todos pegados a la pared y nos iba haciendo preguntas sobre verbos y Gramática. Con una regla sobre la mesa, daba dos golpecitos cuando la respuesta era incorrecta para pasar de turno. Quien acertara la respuesta adelantaba posiciones hasta la persona que había fallado. Así nos iba puntuando y hacía de la clase una forma de enseñanza diferente y particular, compitiendo por los mejores puestos.

Ésto se que quedó grabado en nuestros recuerdos, cosa que agradeceré siempre a nuestro querido profesor, que innovó para hacer de las clases monótonas y aburridas, clases dinámicas y divertidas.

Por lo tanto, la frase de esta ocasión será :

«Hasta lo más aburrido se puede aprender casi sin esfuerzo y de la forma más creativa y divertida. Sólo hay que tener ganas de hacer las cosas bien partiendo del compromiso de servicio a los demás».

 

Gema Ricote (@Gemaricote)

(Coach profesional certificada por ASESCO).

RECIBE NUESTRAS NOTICIAS DE FORMA SEMANAL

2 Comentarios

  1. Maravilloso artículo, gema!!! Como educador y padre suscribo totalmente lo que dines, el resto para no hacerlo son excusas, y la puesta, muy fuerte: cómo van a ser los adultos dentro de unos años. Gracias!!!!

    • Muchísimas gracias Josepe por tu comentario. La apuesta es fuerte aunque considero que vale la pena si así conseguimos que los adultos de mañana sean personas con valores y poderosas habilidades personales para lograr una sociedad más comprometida y feliz. Gracias mil,nuevamente. Un abrazo.

Dejar respuesta

Por favor, escribe tu comentario
Por favor, escribe tu nombre aquí