Según el estudio “Armonizar educación con empleo en España: un reto a 5 años” realizado por la IESE Bussines School y el Grupo Persona, la crisis económica no es el único factor de desajuste entre la educación y el empleo, también lo es el modelo educativo español.
Cada año en España se titulan un total de 220.000 jóvenes incapaces de saciar las necesidades laborales demandadas por los mercados. El exceso de formación teórica del sistema educativo español explicaría las altas tasas de abandono y la formación de una masa de recién graduados con falta de iniciativa emprendedora y competencias para encajar en el perfil de trabajador deseado por cualquier empresa.
Un cambio y una adaptación del programa educativo a la demanda empresarial, según el estudio, sería necesario para ajustar el perfil de los alumnos a las expectativas e intereses de los mercados. Para ello deberá existir un diálogo previo entre empresas y centros de estudios.
En la actualidad, los departamentos de contratación de empleo demandan perfiles con dominio en idiomas, conocimientos tecnológicos, habilidades comunicativas y predisposición a viajar fuera del país si su puesto lo requiriese. También buscan personal con iniciativa, comprometidos con proyectos, además de productivo y competitivo.
Estas cualidades no son estáticas sino que varían a medida que las sociedades y los centros de negocios van evolucionando. Por esto mismo es importante que los trabajadores estén continuamente reinventándose y adaptándose al medio, señalan los responsables del estudio.
En relación a los resultados extraídos, se insta a las partes implicadas a desarrollar planes de estudios adaptados a las ofertas y demandas permitiendo la convivencia entre una formación práctica y teórica. Además de fomentar el ingreso de las empresas a la formación y a la promoción del talento de los jóvenes españoles.
Diana García Fran
