El programa ‘Vacaciones en Paz’ necesita familias madrileñas que acojan a niños saharauis durante el verano

0

Sabah y Lola se conocieron gracias al programa 'Vacaciones en Paz' el año pasadoEl programa ‘Vacaciones en Paz’ por la asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Madrid vuelve a necesitar, como cada año, familias de acogida.

El objetivo es conseguir que el mayor número posible de niños saharauis vengan dos meses de verano a pasar sus vacaciones a la región donde, además de disfrutar, puedan pasar los reconocimientos médicos pertinentes.

A través de Facebook se enteraron el pasado año la familia villaodonense de Teresa Rodrigo que acogieron a Sabah, una niña de nueve años que compartió con ellos su día a día desde mediados de junio hasta finales de agosto.

Gracias a ellos, Sabah logró salir de los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf  y conocer España. Unas vacaciones que sin las familias que se apuntan al proyecto, no serían posibles.

Si una familia está interesada, lo primero que ha de hacer es acercarse a dicha asociación (c/del Pez, 27 – 1º. 28004, Madrid) y una vez informada, si mantiene el interés en el programa de acogida, rellenaría y enviaría por correo electrónico la solicitud. La asociación, posteriormente, se pondría en contacto con ellos para hacer una entrevista personal con el objetivo de conocerse mejor y resolver todas las dudas.

El programa ‘Vacaciones en Paz’ consiste básicamente en acoger a un niño o niña saharaui cuya edad oscila entre los ocho y doce años, durante los dos meses que van desde mediados/finales de junio a mediados/finales de agosto.

Los niños viajan en esas fechas porque el verano allí es muy caluroso y supera fácilmente los 50 grados. De esta manera, además de estar en un clima  más suave, tienen la oportunidad de mejorar la precaria alimentación que reciben en los campamentos y cargar las ‘baterías’ para pasar el resto del año en el Sáhara.

También deben ser sometidos obligatoriamente a revisiones médicas, que se realizan en la sanidad pública, para tener controlado su estado de salud y solucionar cualquier problema que pudieran tener y que aquí son fáciles de tratar y allí, sin embargo, complicados por la falta de materiales y recursos.

Podrías ser tu

“Pueden acoger a los niños parejas o personas solas, en régimen de acogida temporal, y no pueden adoptarles, ya que se trata de niños que tienen familia en los campamentos de refugiados”, explica a Villaviciosadigital Marisa Cerrato, coordinadora del programa ‘Vacaciones en Paz’ por la asociación Amigos del Pueblo de Saharaui de Madrid.

“Las familias de acogida han de tratarles como a un miembro más de la familia y los menores deben respetar las normas que tengan en casa, eso sí, hay que respetar sus diferencias con nosotros, sobre todo en cuestiones de religión o rechazo a comer cerdo, y ser comprensivos con ellos, ya que cuando llegan, sobre todo los más pequeños, pasan las primeras una o dos semanas en proceso de adaptación”, continúa Marisa.

Son en esas primeras semanas cuando algunos niños se pueden  sentir tristes y quizá algo desorientados pero, al ser niños, se aclimatan rápido al nuevo ambiente y una vez adaptados a la familia, y viceversa, suelen repetir verano tras verano como fue el caso de Sabah que se lo pasó en grande con Lola, la hija de la pareja villaodonense.

“Económicamente no es un esfuerzo muy grande”, contaba hace un año Teresa Rodrigo a Villaviciosadigital.

Además, en los meses de diciembre y en Semana Santa las familias de acogida tienen la oportunidad de visitar los campamentos de refugiados para vivir ‘in situ’ las condiciones de vida en las que se encuentran.

“Durante los dos meses que el niño está en España, hay padres que trabajan y dejan al niño en campamentos de verano o con algún familiar durante la jornada laboral, o se turnan y luego el otro mes se van de vacaciones, pudiendo viajar con el niño a cualquier punto de la geografía nacional, comunicando previamente a la asociación las fechas y el lugar de residencia”, explica Marisa.

Sólo en caso de viajar en avión se deberá solicitar previamente una copia del visado del menor. El pequeño, al venir con un visado temporal solo para viajar a España, no podría salir fuera del país.

Una experiencia que puede ser muy enriquecedora como fue el caso de la familia villaodonense que acogió a Sabah en el año 2012, de la que aprendieron todos los miembros del núcleo familiar.

Texto e Imagen: Natalia Pulido. @npulidojimenez

RECIBE NUESTRAS NOTICIAS DE FORMA SEMANAL

Dejar respuesta

Por favor, escribe tu comentario
Por favor, escribe tu nombre aquí