El Ayuntamiento de Boadilla del Monte ha reabierto la excavación arqueológica del siglo VIII que se inició hace dos años en el cerro de San Babilés, situado junto a la M-50 y la Ciudad Financiera del Santander, con el objetivo de encontrar al patrón de la localidad.
Esta nueva campaña, ha sido calificada por el Consistorio como «mucho más ambiciosa», cuenta con un presupuesto de 250.000 euros, frente a los 40.000 con los que se comenzó a excavar la zona, y se desarrollará durante los próximos cinco meses.
El objetivo ahora es el de conocer mejor el en entorno de la ermita cuyos restos aparecieron en campañas anteriores, excavar completamente la zona y los de la necrópolis visigoda, adecuarlos para que sean visitables y seguir buscando al santo en el lugar en el que la tradición señala que fue su martirio, aproximadamente en el año 715, durante la invasión musulmana.
Los hallazgos encontrados hasta ahora confirman la existencia de asentamientos organizados en torno a una ermita ya desde finales del siglo VIII, con una necrópolis asociada que tenía su origen al final de la época romana. También se encontraron restos de cabañas, así como un singular horno de cal que indicaría que se habrían reutilizado materiales, probablemente para levantar la iglesia que en el siglo XIII se edificó sobre el templo visigodo para sacralizar el territorio reconquistado y de la que también han aparecido objetos, así como de una ampliación realizada en el siglo XVI.
Otro hallazgo significativo fue el de una escalera (que podría conducir a una cripta) bajo la que, según el estudio tomográfico realizado, podría haber cavidades, galerías o cámaras.
En las primeras campañas que comenzaron en febrero de 2014, aparecieron unas 40 tumbas a las que se suman otras que están apareciendo ahora. Entre los hallazgos había vasijas, jarras, alhajas, etc. En esta nueva apareció ya la primera moneda, que podría ser visigoda.
Estela romana
El descubrimiento más importante se produjo en un enterramiento con una tapa de granito de grandes dimensiones bajo la cual apareció una impresionante estela romana a modo de cabecera de tumba y otra pieza de granito a los pies. La tumba presentaba un único individuo y una pequeña botella de cerámica del siglo VII ó VIII por lo que el equipo arqueológico deduce que fue reutilizada en época visigoda, momento al que corresponden el ajuar y la sepultura.
La importancia de los hallazgos arqueológicos llevó al Ayuntamiento a solicitar a la Dirección General de Patrimonio que incluyera el yacimiento entre los visitables en la Comunidad de Madrid y anunciar su intención de musealizarlo.
Los expertos creen que San Babilés vivió en torno al año 717, en el que buena parte de la península estaba ocupada por los musulmanes, y que fue martirizado y decapitado por los moros junto a sus dos hermanos y a 80 de sus alumnos.
