La Comunidad de Madrid cuenta con 21 almazaras que producen de media dos millones de litros cada año.
La región está impulsando el aceite de oliva y está luchando contra la bacteria ‘Xylella fastidiosa’ que se detectó en un olivo de Villarejo de Salvanés, pero que, según las autoridades sanitarias, no afecta al consumo humano ni a la calidad del aceite madrileño en ningún caso, aunque es muy dañina también para otras especies leñosas como la vid, almendros o frutales de hueso, han señalado desde la Consejería de Medio Ambiente, que «garantiza» su calidad.
Madrid cuenta con una veintena de almazaras que trabajan fundamentalmente las variedades cornicabra y manzanilla y las zonas principales de producción se concentran en las comarcas de La Campiña, Las Vegas y Suroccidental.
La Marca de Garantía Aceite de Madrid garantiza un aceite de oliva de calidad virgen extra obtenido por procedimientos mecánicos hasta obtener un aceite con una acidez máxima de 0,8º de ácido oleico. Se elabora con aceitunas cultivadas en 127 municipios de la región, tanto de las variedades mayoritarias mencionadas anteriormente como de otras minoritarias como verdeja, carrasqueña, picual y gordal.
En todo caso, solo se utilizan aceitunas recogidas directamente del árbol, no aquellas que hayan caído al suelo. Ha de ser transformada y envasada en esos mismos municipios.