La Guardia Civil ha desmantelado un grupo integrado por cuatro personas, especialistas en robos con fuerza en viviendas y establecimientos regentados por súbditos chinos en Rivas Vaciamadrid y Madrid.
Empleaban uniformes e identificaciones haciéndose pasar por agentes de Policía Nacional.
La operación “Hábitat Trium” se inició el pasado mes de septiembre tras producirse el pasado mes de septiembre un robo en una vivienda en Rivas Vaciamadrid, donde sustrajeron numerosos efectos de valor y tres llaves de vehículos, que más tarde fueron utilizadas para sustraer los turismos.
Los investigados seleccionaban como víctimas a ciudadanos de nacionalidad china, dedicados a actividades empresariales, a los que vigilaban para establecer rutinas y horarios, para finalmente perpetrar el robo en el momento más óptimo. Su objetivo eran las cajas fuertes, artículos de joyería y relojería, así como efectos informáticos y electrónicos.
Como actividad secundaria y en relación a los vehículos que sustraían procedían a su “clonado”, falsificando para ello las placas de matrícula y la documentación, poniéndolos posteriormente a la venta en el mercado legal.
El estudio pormenorizado de los hechos, el análisis de las cámaras de vigilancia y de las inspecciones oculares realizadas, llevó a los agentes a centrar la investigación sobre un ciudadano nacido en París, que a la larga resultó ser el cabecilla del grupo investigado.
Equipados con uniformes
Una característica destacable de este grupo delictivo, según la Benemérita era la logística con la que contaban. Para entrar en las viviendas poseían numerosos efectos para abrir las cerraduras, tales como extractores de bombines, llaves falsas, maletines de apertura de cerraduras por el método del bumping e impresioning, y multitud de ganzúas.
Para saber los horarios y rutinas de sus víctimas desarrollaban dispositivos de seguimiento operativo, realizando las correspondientes fotografías y anotaciones de sus movimientos.
Además, contaban con dispositivos de seguimiento (balizas) y con portófonos para sus comunicaciones. Poseían uniformes completos de fuerzas y cuerpos de seguridad de Estado, con sus correspondientes accesorios, identificaciones y armas. Incluso, en alguna ocasión llegaron a colocar a un perro de la propiedad del cabecilla un arnés de Policía Nacional.
La pasada semana se logró la detención de los cuatro integrantes del grupo, y se realizó una entrada y registro en la vivienda que habitaba el cabecilla del grupo en Pozuelo de Alarcón y que utilizaban como centro de operaciones.
Los encartados, son cuatro varones de origen español y francés, con edades comprendidas entre los 16 y 46 años, con antecedentes por delitos relacionados contra el patrimonio y por tenencia ilícita de armas y a quienes por estos hechos se les imputan delitos de pertenencia a grupo criminal, robos con fuerza en domicilios habitados, tenencia ilícita de armas, usurpación de funciones públicas, falsificación documental y receptación.
Fueron puestos a disposición judicial y los tres mayores de edad se encuentran ya en prisión.