La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía han procedido a la desarticulación de un importante grupo criminal responsable de al menos cuatro robos con violencia y de otros 57 hechos delictivos más y que habían sido detenidos en 200 ocasiones. Entre los asaltos más importantes se encuentran el atraco perpetrado el pasado 17 de octubre a una joyería en el centro comercial Plenilunio de Madrid.
Una minuciosa investigación desarrollada por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado se ha saldado con el arresto de cinco individuos que en común suman más de 200 detenciones, en su mayoría por delitos contra el patrimonio.
A raíz de la detención practicada por agentes de la Guardia Civil de San Martín de la Vega, quienes lograron interceptar en su huida a uno de los vehículos involucrados en el asalto a la joyería del Centro Comercial Plenilunio y proceder así a la detención de uno de los autores del robo.
A partir de ese momento, y en base a que la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Madrid del Cuerpo Nacional de Policía tenía ya con anterioridad una investigación abierta sobre esta banda de criminales por hechos similares, se determinó llevar a cabo conjuntamente esta operación con el objetivo de proceder, en el menor tiempo posible, al desmantelamiento de este importante grupo responsable de, al menos, 62 hechos delictivos.
Gracias al cruce de informaciones entre los cuerpos se logró identificar al resto de integrantes, reuniendo las pruebas suficientes para determinar su autoría en al menos cuatro robos con violencia, todos ellos perpetrados en la Comunidad de Madrid; dos robos con fuerza, uno de ellos cometido por el método del butrón, y un robo con fuerza en tentativa en la localidad del Boalo. Asimismo, se les imputan diez robos de vehículo a motor, 15 robos de placas de matrícula, 15 falsedades documentales y 11 faltas de estafa, al marcharse sin pagar de otras tantas estaciones de servicio, entre otros.
Reparto de tareas claramente definido
Altamente especializados, no dudaban en asaltar joyerías, estancos y otros comercios, llegando incluso a maniatar a un transportista para sustraer el material tecnológico de su furgoneta. Muy coordinados, tenían un reparto de tareas claramente definidos: cuatro de ellos accedían con un arma de fuego al local, mientras otros dos intimidaban a la dependienta para que les entregase los objetos de valor. Mientras, los demás procedían a fracturar las vitrinas y llevarse su contenido.
En la calle esperaban dos vehículos para facilitar la huida, uno era el encargado de escapar con el botín y el otro evitaba que el primer coche fuese capturado o interceptados por agentes policiales, empleando en ocasiones maniobras de alto riesgo. Los autos empleados eran siempre sustraídos previamente, llegando a sustituirles las placas de matrículas para evitar que ser detectados en eventuales controles.
Junto con las detenciones se procedió a llevar a cabo el registro se seis domicilios, cuatro de ellos de forma simultánea, localizándose en los mismos tres armas de fuego simuladas, efectos robados, medios técnicos sofisticados para la sustracción de vehículos y útiles como mazas o picos para romper vitrinas. Además, en el interior de los mismos se hallaron unas características caretas de disfraz que los detenidos empleaban para ocultar sus rostros y evitar así su identificación.
Entre los detenidos se halla el instigador del grupo, que se encargaba de planificar los golpes e incluso de seleccionar a quiénes cometerían con él los asaltos, exigiéndoles ciertas cualidades, como una hábil maestría al volante, entre otras. Un líder, un varón de 22 años, que a pesar de su corta edad es un histórico ¨alunicero¨ de Madrid, conocido como ¨El Chucky¨, y que cuenta con 50 detenciones, en su mayoría por robos con fuerza e intimidación.
De los cinco detenidos por estos hechos, la autoridad judicial competente decretó el ingreso en prisión de tres de ellos, incluyendo el cabecilla de la banda.