En esta época estival aumentan las probabilidades de que haya casos de infecciones alimentarias provocadas por el mal uso de los huevos en gastronomía y en alimentos preparados como tortillas y mahonesas.
Conservar los huevos en la nevera, cocinar tortillas cuajando su centro y consumirlas inmediatamente, o bien mantenerlas refrigeradas hasta el momento de su ingesta, desechándola a los dos días, son algunos de los consejos que las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid recuerdan estos días.
En el caso de establecimientos alimentarios, la normativa obliga al uso de huevos pasteurizados si no se cocinan completamente los alimentos.
Asimismo, aconsejan mantener correctos hábitos en el manipulado de alimentos, como no cascar el huevo en el borde del plato que se va a utilizar para batirlo, puesto que la salmonella puede estar presente en la cáscara, y no servir la tortilla en el mismo plato que se ha empleado en su elaboración.
Estos y otros consejos se pueden ver en el folleto elaborado por la Dirección General de Salud Pública para reforzar la prevención de este tipo de infección. Incluye pasos a seguir para evitar posibles agentes infecciosos por ‘contaminación cruzada’, que se produce al manipular los productos durante su preparación y cuando un alimento ya cocinado o preparado entra en contacto directo con otro crudo, como cuando se colocan verduras en el mismo recipiente en el que se ha puesto carne cruda.
Desde el 1 de junio el Servicio de Epidemiología de la Comunidad de Madrid ha registrado un total de 10 brotes de salmonelosis de origen alimentario que afectaron a 101 personas, una cifra ligeramente inferior al mismo período del año pasado (110).
El 50% de los brotes se dieron en bares y restaurantes, el 40% en domicilios particulares y el 10% en otros centros.
La salmonelosis es una infección producida por la bacteria salmonella. Los síntomas habituales son fiebre, diarrea y dolor abdominal, que aparecen entre 12 y 72 horas tras el consumo. El malestar dura de 4 a 7 días y las personas se recuperan sin tratamiento. Sin embargo, en algunos casos la infección puede pasar del intestino y se convierte en una afección grave que requiere en algunos casos ingreso hospitalario, y en situaciones extremas puede llegar a provocar el fallecimiento.