«Carne procesada, información digerida»

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carnes rojas¡Otra vez a vueltas con la carne! Menudo revuelo se ha armado con el informe que difundió hace unos días la OMS sobre las carnes rojas y las carnes procesadas, clasificando su consumo como probablemente cancerígeno para los humanos, situándolas en el mismo grupo que el tabaco, el amianto o los humos del diesel. En mi opinión una clasificación desmesurada.

Días después rectificaron y aunque, ya las carnes rojas estaban en un nivel de riesgo más bajo, la mecha estaba encendida.

Este desasosiego social, me recuerda al de otras alertas difundidas por nuestro bien, como la fiebre de las vacas locas, la gripe aviar, el anisakis, la gripe porcina (o gripe A) y, recientemente, el virus del ébola. Luego, todo se olvida. No estoy diciendo, por supuesto, que debamos estar informados de lo que puede pasar con nuestra salud si hacemos una cosa y no otra como aconsejan, pero que dejen de crear alarmas innecesarias.

Comer sano, equilibrado y variado es la base de nuestra alimentación mediterránea y estaremos todos de acuerdo cuando digo que los excesos en cualquier producto que consumamos, pueden ser perjudiciales para nuestra salud, aunque todos sabemos también que la predisposición genética y otros factores externos, puede provocarnos una enfermedad no deseada, incluso haciendo una vida sana.

A veces creo que estos sobresaltos sobre nuestra salud, pueden deberse a un exceso en otros productos de alimentación y que de esta manera nos orientan para que los consumamos, atacando a lo más preciado que tenemos, la salud.

Muchas veces no está en nuestra mano (o en nuestros bolsillos), poder elegir. Los alimentos que ofrecen como biológicos tienen unos precios elevados, por lo que la familias medias, suelen consumir productos de calidades inferiores, alimentos manipulados, procesados, productos light o pre-cocinados  que están repletos de conservantes, acidulantes, oxidantes, colorantes y otros aditivos. ¿Qué hacemos? ¡porque comer, tendremos que comer!…Y, una de dos, o revisan con mayor rigurosidad los productos desde el origen antes de crear alarma, o estamos abocados a consumir lo que nos ofrecen, por lo que de vez en cuando surgirán nuevas alertas alimentarias y de salud.

Mejor no pensarlo. Recibir la información, procesarla y digerirla. Eso nos queda.

¡Buen provecho!

 

Yolanda R. Herranz @MyolRh

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2 Comentarios

  1. Hay demasiado empeño por abrirnos los ojos y dejar de comer lo que hemos estado comiendo hasta ahora, que no me parece mal que se oriente sobre alimentación pero me parece algo sospechoso que a estas alturas de la película nos lo repitan hasta la saciedad. Pasó igual con el dichoso colesterol. Es evidente que si se quiere arreglar se intente vender productos para mejorar nuestros valores de colesterol.Y luego, qué más.

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