Bárbara Milla y Maite García, unidas por la odontología y el trato a las personas como pacientes y no como clientes

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Barbara Milla Ortodoncia Villaviciosa de OdonEstas dos mujeres emprendedoras que regentan la clínica de ortodoncia y odontología integral ‘Bárbara Milla’, de Villaviciosa de Odón, se conocieron en la Universidad Europea de Madrid y años después unieron sus caminos para dirigir este centro en el que, frente a lo que sucede en algunas franquicias dentales, no tratan a las personas como clientes.

Son jóvenes, con buena formación, mamás, y, además, emprendedoras de éxito. Bárbara Milla, de Asturias, y Maite García Reguero, de Villaviciosa de Odón, son las responsables de la clínica dental ‘Bárbara Milla’ y se conocieron en la Universidad Europea de Madrid (UEM) donde estudiaron por vocación la carrera desde el año 1996 al 2001, la segunda promoción de la Licenciatura de Odontología.

La asturiana trabaja como ortodoncista exclusivo y cursó esta especialidad en la Fundación Jiménez Díaz donde atendió a una media de 80 pacientes diarios en sus prácticas. Además, cuenta con una amplia experiencia como odontóloga general. Por su parte, Maite es odontóloga general y se ha formado con diferentes cursos, entre otros un Máster en Endodoncia, durante su etapa laboral que ha transcurrido en Ciudad Real y en Villaviciosa.

Nada les hacía pensar cuando comenzaron su carrera que acabarían cumpliendo su sueño de tener su propia clínica 10 años después y menos que lo harían juntas. Antes les esperaba un periplo de formación y experiencia profesional por separado, un viaje que no fue fácil, aunque sí enriquecedor en todos los aspectos; progresaron en el mundo de la Odontología y en lo personal, ya que ambas están casadas y Bárbara es madre de tres hijos y Maite de dos.

Pese a las dificultades, iniciaron su andadura juntas en 2011, cuando Bárbara comenzó las obras de su propia clínica que iba a estar orientada a la ortodoncia, su especialidad. Ahí apareció Maite, ex alumna del colegio Alcalá de Villaviciosa de Odón y odontóloga general, lo que hizo que ambas vieran la ocasión perfecta de complementar sus campos para dar un mejor servicio a los pacientes. Junto a ellas trabaja la higienista dental Cristina Fariñas.

Desde ese instante se han volcado en ofrecer un servicio integral y con una visión multidisciplinar, y son el único centro del municipio que es miembro de la prestigiosa Asociación Española de Especialistas en Ortodoncia (AESOR). Incluso, su profesionalidad ha llegado a Madrid, Móstoles, Alcorcón o Boadilla del Monte, entre otros municipios, de donde también llegan sus pacientes.

Pregunta: ¿Qué es lo que diferencia su clínica de otras que hace que atiendan a personas llegadas de varias localidades?

Bárbara: Atendemos a pacientes, no a clientes. Esa es la diferencia; no tenemos objetivos mensuales económicos que cumplir al final de mes.
Vamos a ver, centrémonos, son personas, pacientes, no podemos centrarnos en objetivos, por ejemplo, 20 blanqueamientos al mes y nos dedicamos a colocarles ese tratamiento aunque no los necesiten.

Maite: Lo importante es el valor que le damos a la salud del paciente y no a otras cosas.

Eso es una gran diferencia respecto a algunas franquicias dentales que desgraciadamente son noticia estos días.

B: Es todo a granel y además te dicen ‘últimas tecnologías’, pero no sólo es eso.

No entiendo como las administraciones consienten que suceda que las clínicas sean propiedad de una persona ajena al mundo de la odontología. Creía que el 60 por ciento de la sociedad tenía que tener la propiedad un odontólogo, pero ahora creo que simplemente con que aparezca el nombre de un odontólogo es suficiente.
En todas estos centros quien te vende el tratamiento, y digo bien, quien lo vende, es un comercial, no tienen nada que ver con el mundo de la odontología.

M: No sé cómo ha llegado esto a producirse porque desde el Colegio de Odontólogos llevamos mucho tiempo denunciándolo, y también desde el Consejo de Dentistas. Es una cuestión de dinero y también se nota en el aumento de clínicas, centros y universidades, que antes sólo estaba la Complutense y ahora hay cinco facultades de Odontología en Madrid; una burbuja odontológica.

B: Y está empezando a explotar.

Maite Garcia Reguero y Barbara Milla.
Maite Garcia Reguero y Bárbara Milla.

Frente a eso, ¿qué ofrece su clínica ahora? ¿Es lo mismo que cuando abrieron en 2011?

B: Ofrecemos lo mismo que cuando abrimos, nuestra calidad, nuestra formación, la calidad humana, nuestra paciencia, que es muy importante; somos super cariñosas, los niños nos adoran y luego que las dos tenemos la misma visión; confío plenamente en Maite.

M: Respeto al paciente y al profesional con el que trabajamos; cada una da unos tratamientos a los pacientes y respetamos eso; yo también confío totalmente en Bárbara.

Ha evolucionado mucho el mundo de la Odontología y hay cada vez mejores materiales. ¿Cómo trabajan en este sentido?

B: Nuestros materiales son los mejores para los pacientes. Calidad-precio, muchas veces salimos perdiendo; tienes que tener unos precios acordes a lo que tienen los demás, pero la calidad no tiene probablemente nada que ver. Además, el tiempo que les dedicamos no lo mermamos.

A la hora de regentar una clínica dental, es muy diferente la visión que tiene un gestor y un odontólogo. Por eso debe ser él el que lleve las cuentas y lo haga todo para que sepa que si a un paciente le das una mala calidad en el material, por ejemplo de un empaste, en tres meses le volverás a ver porque se le va a caer y es pan para hoy y hambre para mañana.

Con los pacientes niños, lo que no quiero para mis hijos, no lo hago para los de pacientes que me traen a los suyos. Pensamos en lo mejor para ellos, no les colocamos tratamientos si todavía no son necesarios para ellos; en otras clínicas de por ahí a veces no pasa.

M: Les damos el que necesitan para que las cosas salgan bien y salgan contentos.

Ofrecemos lo mismo que cuando abrimos, nuestra calidad, nuestra formación, la calidad humana, nuestra paciencia

¿Cuáles son los tratamientos más habituales?

B: Depende del paciente. En ortodoncia, algunos piden que si tienen que ponerse un corrector no quieren que se les vea, y a estos les propones o los brackets barbara milla villaviciosa de odonestéticos, linguales o Invisalign.

Utilizamos técnicas novedosas, pero siempre que realmente lo necesite el paciente.

M: Tenemos que tener todo, desde lo último, hasta lo más accesible y sencillo. Además, tratamos de inculcar una cultura de la prevención porque a veces sólo van al dentista cuando no hay más remedio; aquí hay mucho trabajo de despacho y de sentarnos con el paciente a hablar y explicarles el porqué de sus tratamientos y eso no se ve.

B: El paciente sale de aquí sabiendo el por qué sí o el por qué no. A veces vienen a decir lo que necesita porque han visto algo en Internet, y con una comparativa de precios en vez de valorar la formación y la calidad, sólo ven números; el trabajo no es el mismo, ni el material, ni el mismo tiempo.

¿Cómo pueden pagar los tratamientos?

B: Nosotros no financiamos los tratamientos con un banco, lo hablamos con el paciente y llegamos a un acuerdo de pagos con ellos, con precios cerrados. Al final el paciente lo va pagando a medida que se va haciendo.

M: Si tú firmas con una financiera, el paciente lo va pagando aunque todavía no haya empezado el tratamiento.

Además, tienen la idea preconcebida de que al ser un dentista particular vamos a ser más caros que otros, pero luego nada más lejos de la realidad porque damos presupuestos mejores de los que se están dando en las franquicias con una calidad grandísima, y luego piensan que no se lo vamos a financiar.

¿Trabajan con sociedades médicas?

B: No tenemos, porque ahora tienen sus propias clínicas y encantadas de no tenerlas.

M: Aquí decidimos nosotras lo que queremos.

Nosotros no financiamos los tratamientos con un banco, lo hablamos con el paciente y llegamos a un acuerdo de pagos con ellos, con precios cerrados

Clinica dental Barbara Milla Villaviciosa de OdonHablemos de ustedes. ¿Cómo es emprender? ¿Sabían algo de lo que supone?

B: No teníamos ni idea porque en la facultad no te enseñan nada. Yo fui aprendiendo en las clínicas donde he colaborado como ortodoncista de “maletín”; los que va una o dos veces al mes y los pacientes eran míos y gestionaba.
Yo soñaba con tener mi clínica propia, aunque lo cómodo a lo mejor es lo otro. Siempre quise tener dos gabinetes, uno de odontología general y otro de ortodoncia y están equipados de manera que cuando el paciente viene se lo hace todo.

M: La gestión la vas aprendiendo sobre la marcha a base de meter la pata. Yo tenía algo de experiencia con una clínica de Ciudad Real, pero también quería tener algo propio.

¿Qué tal llevan lo de trabajar donde viven?

B: Hay una responsabilidad incluso mayor, porque les ves en la calle o en los comercios y yo quiero dormir tranquila. No a todo el mundo le gusta trabajar donde vive. Pero al final tú sabes que debes hacer bien tu trabajo y no piensas nada más.

M: Siempre pones lo mejor de uno mismo, pero es un factor que tienes presente, sobre todo al principio.

¿Cómo ven el futuro de su clínica?

B: Ojalá podamos crecer, pero vamos pasito a pasito; nunca hemos dado un paso para atrás. Creo que con esta clínica tenemos suficiente porque si abres otra en otro sitio no llegas; la gente lo que quiere es verte a ti y no quiere venir a la clínica de ortodoncia Bárbara Milla y que no estemos nosotras.
Tenemos instalaciones en la parte inferior y ojalá nos vaya muy bien y podamos ampliar, pero dentro de la propia clínica.

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