El Eurocolegio Casvi de Villaviciosa de Odón puso en marcha «Baby Casvi Chef», una actividad que sirve a los alumnos de dos años para iniciarse en la alimentación saludable, la estimulación de los sentidos y la mejora de movimientos que luego van a ser fundamentales para aprender a escribir.
Al final de la información incluimos un vídeo de la actividad.
Esos objetivos se logran a la perfección gracias a las curiosas actividades gastronómicas puestas en marcha en el centro villaodonense entre los más pequeños, con un taller de cocina.
Pertrechados con delantales y gorros, como si de chef profesionales se trataran, el objetivo en esta ocasión era la elaboración de ricas “cookies”. Y es que la actividad se desarrolló totalmente en inglés. Así, el primer beneficio educativo que encontramos con ella está claro: el aprendizaje de nuevo vocabulario en este idioma. No ha sido el único. Ellos fueron los encargados de mezclar los diferentes ingredientes necesarios para hacer las galletas, una acción muy simple pero con la que se logró que se familiarizaran con la manipulación de diferentes texturas estimulando los sentidos.
Por otro lado, a la hora de amasar y moldear estos dulces, también se trabaja la motricidad fina y la coordinación viso-manual tan necesarias para el posterior aprendizaje de la escritura.
Para terminar, las galletas, recién horneadas, se convirtieron en las grandes protagonistas de su merienda. Con ello se contribuyó a que de una forma divertida probasen nuevos sabores y texturas fomentando así la alimentación saludable. “Interiorizan que comer es divertido, aunque sepan que no se juega comiendo, que es diferente”, comenta Romina Molina, una de sus profesoras.
Aprender jugando es la base de esta experiencia que no es única en Eurocolegio Casvi. “Los niños aprenden probando, haciendo, sobre todo viviendo las cosas, y en la cocina no iba a ser diferente”, añade. Y es que estos mismos alumnos ya han elaborado otros deliciosos manjares: brochetas de fruta, piruletas de yogurt, batidos, zumos, etc. “A pesar de su edad, la cocina, dentro de unos límites, no puede ser un territorio vedado para ellos”, concluye Molina.
