El sindicato CCOO exige su instalación.
Según han señalado en un comunicado, «la Administración no ha aplicado el Decreto 78/2017 que regulaba la instalación de esta medida de seguridad antes del 16 de septiembre de 2018. Su puesta en marcha es impostergable, pues los desfibriladores externos son un instrumento clave para garantizar la seguridad de toda la comunidad escolar».
CCOO apunta a que en septiembre de ese año pidieron al consejero de Educación e Investigación una partida presupuestaria que dotara a los centros docentes no universitarios de los desfibriladores. Debía incluir asimismo «su mantenimiento, las gestiones necesarias y la formación» de los trabajadores para aprender a utilizarlos,» puesto que los centros educativos no pueden asumir esta necesidad con los presupuestos recortados».
El sindicato ha recordado que el desfibrilador externo «juega un papel fundamental para restablecer el ritmo cardíaco en los casos de parada cardiorrespiratoria debida a la fibrilación ventricular (cuando el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica) y en las taquicardias ventriculares sin pulso (cuando el bombeo sanguíneo es ineficaz)». En ellas es necesaria una «rápida intervención para restablecer el ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente».
CCOO no entienden que «siendo un instrumento tan esencial y seguro para la recuperación en situaciones de emergencia no estén ya instalados en los centros docentes no universitarios, a pesar de que la fecha límite para su puesta en funcionamiento en las escuelas era el 16 de septiembre». Además han denunciado que «tampoco se ha impartido a los trabajadores y trabajadoras la formación para poderlos utilizar en caso necesario».
Por estos motivos creen que «estamos ante un claro incumplimiento de la Consejería de Educación, de modo que si se produce cualquier daño por este motivo la Administración será responsable y deberá responder patrimonialmente por ello». Y en este sentido vaticinan que «dado que no se depuran las responsabilidades de los altos cargos responsables, a la postre esto supone que todas y todos tendríamos que hacer frente a dicha situación».
CCOO ha vuelto a exigir a la Consejería de Educación e Investigación que «deje de jugar con la seguridad de la comunidad educativa madrileña y se comprometa a no actuar de manera irresponsable». De no recibir respuesta, «realizará denuncia ante inspección de trabajo».